Una protesta «masiva» de taxis en València que fue secundada por unos 3.000 vehículos dificultó ayer por la mañana la circulación en la ciudad, sobre todo en el centro. Seis asociaciones de taxistas, incluida la mayoritaria Confederación de Autónomos del Taxi, protestaron por la proliferación de licencias de coche de alquiler con conductor (VTC) y por la «competencia desleal» de las plataformas móviles que hacen una «mala praxis» con ellas, como Uber -que no opera en València- o Cabify. Así, desde las 9.30 hasta las 14 horas fue complicado encontrar un taxi en la ciudad, y en varios puntos la circulación se vio afectada.

«Queremos que se respete la ley y que vuelva el 1/30 que es el equilibrio que ha habido siempre con el VTC respecto al taxi», explicaba ayer José Juan López, secretario de la Federación Sindical del Taxi de la Comunitat Valenciana.

«Fue un error que se cometió con la Ley Ómnibus, que rompió esa paridad que teníamos. Ahora mismo no puede haber más de 1/30, pero el problema esto se ha sobrepasado», apuntaba.

La situación actual es el resultado de diferentes modificaciones legales que se dieron entre 2009 y 2013, periodo en el que un gran número de empresas solicitaron licencias VTC, que fueron denegadas y en los últimos años han ganado en los tribunales. Así, aunque en la Comunitat Valenciana el límite debería ser de 147, se podría llegar hasta las 450 licencias VTC.

«Hay sentencias de todos los tipos, favorables y desfavorables. Presionamos al Gobierno porque debe velar por cumplir la ley. Queremos que con nuestros impuestos protejan a las 70.000 familias del sector», destacó López.

«Se saltan la ley que les prohíbe captar clientes en la calle. Circulan libre a diario, lo que tienen totalmente prohibido», manifestó Ismael Arráez, presidente de la Unión de Asociaciones de Taxi de la Comunitat Valenciana.

Fernando del Molino, al frente de la Confederación de Autónomos del Taxi de la C. Valenciana, alertaba de que la «saturación de operadores en el mercado» conlleva a la «precariedad» de los taxistas. «El sector del taxi, tal como lo conocemos, va a ir desapareciendo poco a poco si el Gobierno de España no toma alguna decisión», señalaba del Molino, quien añadió: «si quieren trabajar como taxistas, que soliciten una licencia de taxi como cualquier ciudadano; no somos un club cerrado».

Además de la precariedad que los taxistas aseguran sufrir, también inciden en que esta situación repercutirá en los usuarios. «La conselleria nos pone tarifas para proteger a los ciudadanos; las otras empresas usan precios y son dinámicas: cuando no hay trabajo te puede costar 2 euros y cuando haya, 20 o 30».

Ayer, los taxistas -que salieron de las avenidas de Tarongers y Nou d´Octubre-, ocuparon toda la calle Colón a mediodía y se concentraron frente a Delegación del Gobierno, donde entregaron un documento. Las diferentes asociaciones piden al gobierno que busque «la fórmula para que la legislación se cumpla y no sea tan laxa» y que establezca las «medidas necesarias» para controlar el buen uso de las licencias VTC. Asimismo, también solicitan un epígrafe fiscal para los vehículos de arrendamiento con conductor, que sus servicios se den con el 21 % de IVA, un distintivo VTC común en toda España, y prohibir la cesión de la licencia y sancionar la especulación.

Las paradas de taxis de las principales terminales de comunicación de València, entre ellas el aeropuerto de Manises o las estaciones de tren Joaquín Sorolla y Norte, permanecieron bloqueadas toda la mañana por los piquetes informativos. Identificados con chalecos reflectantes, grupos de entre quince y veinte personas, impedían que coches salieran de las paradas y atacaban con harina y huevos a quienes decidieron trabajar.

En la estación del AVE, en concreto, algunos taxistas abandonaron los semáforos huyendo para evitar también los golpes en el coche, aunque no se libraron de los insultos. A quienes se paraban voluntariamente, se les entregaba un folleto informativo con las reclamaciones del colectivo.

Pese a esto, Fernando del Molino explicó que se habían garantizado unos «servicios mínimos coherentes» y rechazaba la violencia. También intentaron que los traslados hospitalarios y de personas con movilidad reducida se realizaran, y dejaron libre el carril bus, aunque varias líneas de la EMT sí sufrieron retrasos.

Próximas reivindicaciones

Los taxistas también entregaron sus reivindicaciones al director general de Obras Públicas Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, y el subsecretario de la conselleria de Vivienda y Obras Públicas, Francesc Signes, quienes se comprometieron a trasladar al Ejecutivo central las inquietudes del sector.

Hasta València llegaron unos 500 taxis de otros municipios, y también hubo protestas en Castelló y Alicante, además de en el resto de España. Los taxistas (integrados en la Asociación de Taxistas de la C. Valenciana, la Confederación de Autónomos, AGT, Unió Sindical Obrera, AET y Élite Taxi) esperan que el ministro acceda a reunirse con ellos. De lo contrario, la próxima cita será el 30 de mayo en Madrid. «No vamos a parar hasta que haya una solución», aseguran.

Por su parte, pese a la falta de taxis, fuentes de Cabify aseguran que ayer trabajaron «con normalidad» con la demanda «alta» que tienen «en general».