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Flamingos Vintage Kilo

La ropa 'vintage' se vende al peso en Russafa

La tienda, situada en la calle Cádiz, vende la ropa por tres tramos de peso

La ropa 'vintage' se vende al peso en Russafa

¿Vender la ropa a peso, cómo en la frutería es posible? La respuesta es afirmativa y tiene forma de tienda en el barrio de Russafa. Desde hace menos de dos meses Flamingos Vintage Kilo abrió sus puertas para ofrecer ropa americana de segunda mano, o «vintage» con precios que dependen de lo que marca la báscula.

Hace unos años ponerse la camisa de tu padre o aquel abrigo de tu madre no estaba nada de moda. En cambio, hoy hacerte con unos tejanos de los 80 o una camisa hawaiana con historia es lo más. Solo hay que echar un vistazo a redes sociales como Instagram o a las colecciones de tiendas de moda juvenil para ver cómo los diseños antiguos marcan tendencia.

Como cuenta Vanessa, la dueña del establecimiento, se trata de ponerte una «prenda única». «Cada vez más la gente busca su propio estilo y si te compras una prenda como estas nadie va a llevar las misma que tú por la calle».

Esta valenciana siempre estuvo vinculada a la moda, pues ha trabajado como vendedora en tiendas del sector y siempre le ha gustado estar al día de las tendencias.

Como cuenta se fue a vivir a Madrid y en una de las visitas que le hacía su madre salieron a dar un paseo por la ciudad. «Vi la tienda en Madrid y me pareció super original, y al volver a València no podía creer que no estuviera esta tienda aquí». Así, que el paso rápidamente fue franquiciarse (este negocio cuenta con casi una veintena de tiendas en toda España) para abrir su establecimiento en el número 17 de la calle Cádiz.

Explica Vanessa que la tienda ofrece una gran cantidad de ropa traída desde los Estados Unidos que se vende en tres tramos de precio: 13, 24, ó 39 euros el kilo de ropa. No siempre se ha de redondear, puesto que se pueden comprar prendas sueltas que no lleguen al kilo y se hace el precio que le corresponde. Así por ejemplo una camisa hawaiana puede salir por unos siete euros, pero como indica la dueña, «la mayoría de la gente aprovecha y compra mucha ropa, ya que al ser por kilos es muy económica». Las prendas las importa la franquicia desde EE UU y las distribuye a la tiendas. Hay ropa de la década de los 70, 80, 90? toda ella, destaca Vanessa «en muy buen estado», aunque si alguna llega con alguna rotura se convierten en «prendas únicas», después de repararlas por ejemplo, añadiéndole elementos o parches decorativos. «Aquí no se tira nada», bromea.

Cuenta que no existe un público definido, porque hay «desde mujeres mayores que vienen a comprarse una blusa, a jóvenes que vienen a por camisas o unos jeans».

En la tienda hay todo tipo de prendas, desde abrigos, a vaqueros, camisetas, quimonos, chandals, así como complementos como cinturones o pañuelos y calzado. La tienda renueva periódicamente sus productos. Vanessa hace hincapié en que es «ropa con una muy buena calidad a un buen precio. A pesar de los años se encuentra en muy buen estado y eso es por su alta calidad».

Entre las piezas más curiosas de la tienda, Vanessa habla de un vestido Channel original vintage, los quimonos o los chandals de tactel, que vuelven a estar de moda.

«Poco a poco va habiendo más gente que viene y entra, aunque también hay quien se extraña y se pregunta si aquí vendemos la ropa como en la frutería», cuenta Vanessa en la tienda, de decoración ecléctica, con banderas americanas y colores chillones. El establecimiento abre de lunes a sábado de 11 a 14 y de 17 a 21 horas.

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