Las calles del centro de València se vieron sorprendidas este fin de semana por la presencia de numerosos ciudadanos holandeses, o valencianos originarios de allí, celebrando el Día del Rey, la fiesta del cumpleaños del monarca, que en este caso alcanza el medio siglo. Tanto, que trasladaron sus juegos populares y costumbres a lugares emblemáticos de la ciudad. Es por ello que podía verse, por ejemplo, a niños extendiendo en el suelo sus juguetes e iniciándose en el arte de «negociar» para intercambiarlos entre sí, o el tradicional juego de tratar de introducir un clavo, atado en una cuerda, en el interior de una botella. Las actividades eran explicadas, además, por personas nativas para que el ciudadano de a pie lo entendiera, mientras que la celebración era doble cuando quien lo veía era un turista de los Países Bajos que, casualmente pasaba por allí.

«El Día del Rey es una fiesta grande en Holanda» aseguraba el consul en València, Erik Nolte. «Se celebra coincidiendo con el cumpleaños aunque durante el reinado de Beatriz se mantuvo la fecha de su madre, Juliana, que era el 31 de mayo, porque Beatriz nació en enero y en Holanda es pleno invierno. Ahora, con el rey Guillermo, se queda en la primavera». hasta cuatro fiestas se han celebrado en estos días -general, para Erasmus, personas mayores y niños- organizadas por el Círculo Mercantil Holandés. Casi tres mil son los holandeses residentes en el «cap i casal» y «aunque los hijos ya sean valencianos de nacimiento, es muy reconfortante escucharlos hablar indistintamente castellano, valenciano y holandés». La fiesta termina con la degustación de comida típica holandesa, como el "Sate", pinchos con salsa de cacahuete.

Guillermo Alejandro Oranje-Nassau nació el 27 de abril de 1967 y accedió al trono el 30 de abril de 2013, cuando su madre, la reina Beatriz, abdicó. La casa Oranje-Nassau es la dinastía de los Países Bajos, razón por la que este país tiene como color representativo el naranja.