Los bomberos de València tuvieron que intervenir el miércoles por la noche en el incendio de una de las viviendas propiedad de la sociedad Plan Cabanyal ubicada en el número 33 de la calle San Pedro. El incendio, en el que no se produjeron daños personales, evidencia, según apuntan los vecinos y miembros de la plataforma Salvem El Cabanyal, que «la gestión del patrimonio y las viviendas municipales deja mucho que desear», dos años después de la derogación del plan urbanístico de la prolongación de Blasco Ibáñez por parte del Govern de la Nau. Los vecinos aseguran que las medias policiales contra la venta de droga son insuficientes como también las acciones sociales en un barrio con un elevado número de casas ocupadas.

La vivienda incendiada se ubica en la denominada zona cero del antiguo barrio de pescadores. El origen del fuego del inmueble, que está vacío aunque es frecuentado por toxicómanos, pudo ser la quema de unos colchones que había en su interior, del que los vecinos relataron a la policía que habían visto salir a tres jóvenes. Los propios vecinos de la vivienda ubicada al lado de l´Escorxador (sede de la plataforma Salvem el Cabanyal, que estaba celebrando una asamblea en el momento del siniestro) dieron aviso del suceso a la policía. El fuego no produjo daños personales ni, en una primera inspección, estructurales al edificio, uno de los que la sociedad Plan Cabanyal había incluido en las obras de rehabilitación a sufragar por el Plan Confianza. El gerente de plan Cabanyal, Vicente Gallart, explicó que ya se está redactando el proyecto de restauración de este edificio, que se destinará a viviendas de alquiler.

La sociedad, apuntó Gallart, tiene denunciadas ocho de sus viviendas por ocupación ante el juez y está en espera de juicio. Gallart explicó que la casa incendiada se va a rehabilitar. La sociedad de hecho ya está trabajando en el derribo de la vivienda anexa a la siniestrada, en el número 35, un inmueble que también se incendió hace tiempo y cuya parcela se destinará a la ampliación del l´Escorxador y futura sede del Archivo Municipal del barrio.

Las fuentes de Seguridad Ciudadana consultadas aseguran que se están realizando reuniones periódicas con la policía Nacional y Autonómica. Desde enero se han llevado a cabo varias intervenciones y detenciones en relación a la venta de droga. Con todo, fuentes de Seguridad Ciudadana apuntaron que con la intervención policial no es suficiente, y son necesarias además medidas judiciales para acabar contra la ocupación ilegal, en especial, de las personas que no tienen necesidad, así como medidas sociales y de regeneración urbanística.

«La gente está de los nervios»

El portavoz de Salvem el Cabanyal, Faustino Villora, apuntó que la gente del barrio «está de los nervios» con los graves problemas de convivencia que se producen en el Cabanyal por situaciones como las hogueras nocturnas, el ruido y las molestias, las peleas de gallos, los almacenes de chatarra insalubres y la venta de droga. «No podemos dejar que esto acabe en un problema de xenofobia», advierte Villora. La plataforma sopesa volver a salir a la calle con las protestas para reivindicar la mejora de la convivencia en el barrio. Aseguran que no pueden fiar la creación de las dotaciones sociales previstas y la regeneración del barrio las propuestas de la Edusi, una línea de financiación de acciones con fondos europeos, porque puede tardar varios años.

Plan Cabanyal calcula que en el barrio hay unas 130 viviendas ocupadas, 81 de ellas son públicas. Plan Cabanyal tiene 35 inmuebles ocupados, el ayuntamiento otros 31 y la Generalitat 15. La mitad de las ocupaciones de casas públicas corresponden a familias marginales y el 33% por el movimiento okupa.