La prohibición de aparcar en el carril bus por las noches entrará en vigor el próximo 15 de mayo. Así lo acordaron ayer los tres socios del equipo de gobierno municipal después de un mes de conflicto interno por las maneras de aplicar la medida más que por la medida en sí misma.

Según explicó Ribó, la prohibición entrará en vigor el próximo lunes, día 15 de mayo, «sin condicionantes». Tres días antes, el viernes día 12, pasará por la Junta de Gobierno Local y tendrá un efecto total sobre el 80% del carril donde se viene aparcando entre las 10 de la noche y las 8 de la mañana desde hace 18 años. Ribó explicó que ya se ha llegado a un acuerdo con numerosos aparcamientos públicos de la ciudad para ofrecer a un «precio razonable» (máximo de 6,95 euros la noche) «más plazas de las que se quitan del carril bus». Concretamente, se ofrecen 2.200 plazas de aparcamiento público por las 1.700 que se quitan de la calle.

Además, explicó el alcalde, para el 15 de mayo también se «podrán concretar» los refuerzos en las dos líneas de autobús nocturnas, en las que las frecuencias bajarán de 55 a 25 minutos. Incluso se trabaja en la ampliación de «dos o cuatro» lineas más, «las que más usuarios tienen», dijo Ribó. Se haría más si el Gobierno les aprobara el contrato programa, recordó una vez más.

Lo que no habrá es un proceso participativo como tal.

El alcalde sí explicó que la reunión del pasado jueves con la Federación de Asociaciones de Vecinos, en la que estos les pidieron más refuerzos en la EMT antes de aplicar la medida, se enmarca en ese proceso de consultas, pero aseguró que al menos desde alcaldía no habrá más contactos, incluida la Federación de Hostelería, que, según recordó, forma parte de la Mesa de la Movilidad, donde ya se visó esta medida.

PSPV y ValC, satisfechos

Ribó explicó también que en esa misma junta de gobierno se aprobará la puesta en marcha de la reforma de la Ordenanza de Tráfico, que en este caso sí contará con el correspondiente proceso de participación ciudadana, periodo de alegaciones y paso por la Junta de Gobierno y el pleno municipal. Así mismo, contará con el visto bueno de la Policía Local.

«Esto es un acuerdo de todos los grupos, en el cual todos hemos cedido, y creo que es un avance en la movilidad de la ciudad de València», dijo Ribó.

Por su parte, la portavoz socialista, Sandra Gómez, destacó el consenso de los grupos y el hecho de que «las medidas que se ponen en marcha desde el ayuntamiento tengan el máximo consenso posible». En este sentido, subrayó también la puesta en marcha de la reforma de la Ordenanza de Tráfico con la Concejalía de Movilidad. En definitiva, «satisfechos con el acuerdo» sobre una «medida novedosas» que necesitaba el consenso de la ciudad, dijo. Jordi Peris, finalmente, recordó que su grupo apoyaba la medida por contribuir a una movilidad más sostenible. «Creo que con el acuerdo se cierra este periodo de debate intenso que ha tenido el equipo de gobierno». «Creo que se cumplen todas las exigencias que se plantearon», dijo Peris, que destacó la capacidad del Govern de la Nau de llegar a acuerdos. A su juicio, este asunto de la prohibición de aparcar en el carril bus «se ha sobredimensionado» por otras «derivas» que quitan el foco de asuntos más importantes.

Mientras, se repitieron las críticas de Partido Popular y Ciudadanos a lo que consideran una imposición de Compromís a sus socios de gobierno, así como las procedentes del sector de la hostelería.