El pulso político por la financiación del Parque Central acaba de empezar y la Generalitat y el Ayuntamiento de València matizaron ayer que la propuesta del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, de financiar solo la mitad de las obras ferroviarias tiene que negociarse.

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, ya apuntó al termino de la reunión del consejo de administración de la Sociedad Valencia Parque Central celebrado este miércoles y al que asistió De la Serna que el reparto de la financiacion del parque al 50-25-25 por cien que recoge el convenio interadministrativo para desarrollar la solución ferroviara de 2003 y que esgrime el Gobierno solo es aplicable a las aportaciones patrimoniales a la sociedad y no a la financiación de las obras. El ministro insistió este miércoles en que para desbloquear el proyecto se necesita un compromiso de cofinanciación de todas las administraciones implicadas en la sociedad porque de lo contrario no tendría sentido mantenerla. «De qué sirve la sociedad si todo lo paga el Gobierno» dijo De la Serna.

Sarrià apuntó ayer que en la negociación del nuevo convenio que se llevará a cabo este año se tendrán que concretar las aportaciones de cada administración. El ayuntamiento entiende que hay determinadas obras ferroviarias que son «de Estado» y cuyo coste debe asumir el Gobierno tal como se hace en otras grandes ciudades.

En el mismo sentido se expresó la consellera de Obras Públicas. María José Salvador, quien apuntó que los porcentajes «se tendrán que negociar en el nuevo convenio». La consellera añadió que teniendo en cuenta la situación de infrafinanciación de la Comunitat y el déficit de inversiones, «lo normal sería que el ministerio aportara más».

Consulta ciudadana

PSPV, Compromís y Podemos coincidieron ayer en la interpretación de la visita el día anterior del ministro de Fomento Íñigo de la Serna: es una recompensa de los populares a Isabel Bonig, quien se unió a las quejas por la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana hasta que el PP central la llamó al orden y se retiró del acto de reivindicación contra los presupuestos generales.

El diputado socialista José Muñoz señaló que el ministro vino ayer a «intentar echar un capote» a la presidenta del PPCV. Muñoz añadió que el ministro «vino a hacer una opereta» al «intentar vender unas mejoras» que «no se corresponden» con el peso poblacional y están a «años luz» de las inversiones que se hicieron durante el Gobierno de Zapatero.

En la misma línea se mostró la diputada Mireia Mollà, quien «celebró» que gracias a la llegada de Ribó y Salvador se haya reactivado el plan. Un paso más allá fue el síndic de Podemos, Antonio Montiel, quien pidió una consulta ciudadana vinculante para relanzar el proyecto. «Técnicamente el plan necesita ser repensado porque es una operación dudosa», lamentó.

En el lado opuesto se situó el diputado del PP Alfredo Castelló, quien aplaudió el anuncio de la inversión llamado a «a cerrar muchas bocas que han hablado antes de tiempo». Castelló instó al Consell «a dejar de llorar»y a ejecutar las inversiones.