El sindic de greuges de la Comunitat Valenciana, José Cholbi, ha urgido a tomar "medidas reales y efectivas" contra la contaminación acústica generada por los locales de ocio nocturno en la zona del Cabanyal, el incumplimiento de horarios de apertura y cierre de los mismos y la práctica del botellón.

Según informa la Sindicatura en un comunicado, Cholbi se ha dirigido tanto al Ayuntamiento de València como a la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias de la Generalitat para pedirles que adopten estas medidas.

La Generalitat, según las fuentes, ya ha aceptado las peticiones del sindic y se ha comprometido a efectuar un seguimiento más cercano a los locales y la zona referida.

Esta es la resolución del defensor del pueblo valenciano a la queja presentada por una comunidad de propietarios de la zona que acudió al Síndic ante las "insoportables molestias acústicas" que desde hace dos años padecen durante los fines de semana.

Según las fuentes, en las inmediaciones de sus viviendas existen varios locales de ocio que provocan directa e indirectamente "importantes molestias que perturban las vidas personales y familiares y que se agravan en la época estival con el calor y la necesidad de tener las ventanas abiertas durante la noche".

Según relatan los vecinos afectados, el descampado situado en frente de sus casas ha sido el lugar de encuentro de los jóvenes para hacer botellón.

Esta práctica se está desplazando ahora a los domingos a partir de las seis de la mañana y "se montan fiestas ilegales que en ocasiones duran hasta el mediodía sin que nadie haga algo por remediarlo".

Esta práctica genera, además del ruido, unas consecuencias adversas añadidas como la suciedad que queda en la zona (botellas, cristales, vasos, preservativos, compresas, orín o vómitos) o la inseguridad sembrada por peleas, drogas y griterío.

Asimismo, los vecinos denuncian que los locales de ocio de la zona también se encuentran deficientemente insonorizados y que incumplen los horarios de apertura y cierre, lo que no hace más que empeorar y perturbar el descanso de los vecinos.

El ayuntamiento conoce este problema. Los vecinos señalan que han presentado numerosas denuncias y quejas ante el Ayuntamiento de València "sin obtener una respuesta satisfactoria".

Aunque reconocen que en los últimos meses han notado "cierta mejora" en cuanto a la atención policial, la siguen considerando "escasa", según las fuentes.

Añaden que cuando los agentes se personan, "se limitan a observar como medida persuasoria y solo en raras ocasiones proceden a la identificación y/o denuncia de los asistentes".

Una actuación que los vecinos consideran "insuficiente, puesto que en cuanto la policía se marcha los jóvenes vuelven a las andadas".

Según las fuentes, tanto Generalitat como el Ayuntamiento de Valencia han trasladado al defensor valenciano las actuaciones efectuadas para solucionar este problema.

Unas medidas, como las órdenes de cese de ambientación musical o multas por incumplimiento de la normativa que, según alegan los vecinos, "no se llegan a cumplir o no son efectivas".

"Hay que evitar aquellas situaciones en las que resulta más rentable ir pagando unas sanciones de reducido importe que respetar el límite máximo de decibelios permitidos y cumplir el horario de cierre", afirma el sindic de greuges.