La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València aprobó ayer la convocatoria de ayudas municipales al alquiler social 2017, que han experimentado un crecimiento presupuestario de 800.000 euros hasta un total de dos millones de euros destinados a atender las necesidades de colectivos y barrios necesitados, así como a jóvenes que desean emanciparse.

Así lo destacó la concejala de Vivienda, María Oliver, quien señaló que el plazo para solicitar las ayudas será de 30 días desde la publicación de la convocatoria en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Se trata de la segunda convocatoria de ayudas al alquiler social.

Con esta convocatoria, el ayuntamiento pretende «hacer frente a un mayor número de demandas», dado que en el ejercicio pasado no se atendió a las más de 2.000 peticiones registradas, de las que solo concedieron 782. De hecho, la cuantía máxima de ayudas prevista en la convocatoria pasa de los 450 euros del año pasado a 500 euros en este ejercicio.

Al respecto, Oliver explicó que el incremento detectado en los precios generales de los alquileres urbanos está «influido, entre otros factores, por los alquileres temporales de apartamentos turísticos, especialmente en determinados barrios de la ciudad», según los datos se recogidos en el Plan Municipal de Vivienda.

En este plan, «se observa esa tendencia al aumento de los alquileres en el mismo sentido que se observa en otras grandes ciudades y que están afectando especialmente a las clases medias y bajas», lamentó.

En la convocatoria pasada se concedieron la ayudas principalmente en los distritos de Quatre Carreres, Rascanya, Camins al Grau y Olivereta. La concejala subrayó que las prioridades dentro de las políticas de vivienda del ayuntamiento incluyen a las víctimas de violencia machista, víctimas de desahucios, familias numerosas, personas mayores o personas en situación de desempleo, así como a las que desean emanciparse.