La puerta de la Basílica de la Virgen de los Desamparados que ayer se desprendió de las bisagras en los instantes previos al Traslado había pasado las revisiones pertinentes hacía menos de un año y era sometida a los trabajos de mantenimiento necesarios por parte de la empresa encargada de ello. La causa de la rotura de la misma, según aseguraron ayer fuentes de la Basílica, no fue otro que el propio empuje de la gente antes y durante la apertura de la misma.

Los trabajos de restauración de la puerta se prolongarán durante varíos días, tiempo durante el cual la puerta permanecerá cerrada y vigilada. A primera hora del lunes, y tras las evaluaciones previas tanto por parte del rectorado como de la responsable museística y los servicios jurídicos, han empezado los trabajos. A mediodía han llegado especialistas en carpitería metálica y, con la ayuda de una grúa, se va a proceder como paso previo a cambiar la postura de la puerta, que permaneció todo el domingo apoyada sobre la hoja que no sufrió daños.

Fuentes de la basílica han recordado, además, que esta puerta no sólo tiene mantenimiento, sino también un uso frecuente. No se trata de unas puertas que se abran ocasionalmente, sino que todas las semanas lo hace, especialmente en la temporada en que se celebran bodas.

Nuevo protocolo de seguridad

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha encargado la elaboración de un protocolo de actuación en la organización de la festividad de la Virgen de los Desamparados, para velar por la seguridad de los fieles participantes en los actos festivos y evitar consecuencias o daños personales o materiales.

El Arzobispo ha señalado la importancia de que se pueda disfrutar de esta fiesta sin que entre en riesgo la seguridad de los fieles, ni en el templo ni en el traslado de la Virgen.