La calle Colón ya cuenta desde ayer con el carril bus protegido, el segundo que se segrega en la ciudad tras el del eje Matías Perelló-Centelles. La concejalía de Movilidad Sostenible ha instalado, al igual que en la anterior intervención del barrio de Russafa, unos pivotes verdes flexibles al inicio de carril y en cada intersección, mientras que se han colocado unos separadores de caucho de 9 cm de altura a lo largo de todo el carril, los cuales disuaden a los conductores de invadir el carril bus. Tan solo el transporte público y los servicios de emergencia puedan usar estos carriles buses protegidos. Por otra parte, continúa el cambio de las placas de los carriles bus, donde se están retirando la anterior autorización para aparcar por nuevas señales que recuerdan la prohibición.