El 28 de julio de 1460 la muchedumbre se concentró en la Plaça del Mercat para asistir a una ejecución pública, uno de los espectáculos vegatorios más crueles que se recuerdan. Casi 557 años después, más de 200 personas se citaron en el mismo lugar, pero esta vez para condenar aquella atroz ejecución. En el siglo XV La Inquisición asesinó a Miquel Borràs porque se sentía mujer; en el siglo XXI se le rinde homenaje a Margarida Borràs, a la que por fin València le honra por su verdadera identidad. Margarida es un referente del movimiento transexual por ser el primer caso documentado de tortura y muerte en la ciudad por identidad de género. Desde ayer, una placa recuerda su calvario, y el que han sufrido y siguen padeciendo todas las víctimas de la homofobia, la transfòbia y la bifòbia.

El Govern de la Nau, con representación de los ediles de Compromís, y la presencia también de concejales de Ciudadanos, descubrió ayer en un sencillo acto la placa que recuerda a Margarida Borràs, situada en la fachada del edificio de la concejalía de Comercio. El alcalde de València, Joan Ribó relató los hechos de aquel fatídico lunes, recogidos por el dietarista Melcior Miralles. «El 28 de julio del año 1460, en el Mercado de Valencia, colgaron a Margarida, la cual era hombre, y llamándose Miquel Borràs, hijo de un notario de Mallorca, iba vestido como mujer...». Ribó recordó que este hecho es «uno de los más crueles y vejatorios de los acontecidos a la ciudad a la hora de penalizar el derecho a la propia identidad de género, ocurrió en el mismo espacio en el que el Govern de la Nau se manifiesta, de nuevo, contra cualquier tipo de discriminación».

«Una larga historia, la de esta plaza, que también ha visto juzgar, condenar y ejecutar, colgadas o quemadas, a personas, a valencianas y valencianos, en razón de su pensamiento e ideas, su religión, o conciencia», continuñó el alcalde al reiterar la voluntad del equipo municipal «de hacer de València un espacio libre de transfòbia, de homofobia, de lesbofòbia, de bifòbia. Una ciudad libre de odio».

Ribó aseguró que el Ayuntamiento de València trabaja para que la ciudad «sea un referente en la lucha contra la discriminación del colectivo LGTBI, en la visibilidad de la diversidad, y en la eliminación de cualquier tipo de discurso de odio». La colocación de la placa es una iniciativa de la concejalía de Igualdad, que dirige Isabel Lozano, y que dio voz a Alex Casanova, com0 representante del colectivo trans en València.