La presentación de los ninots a la Exposición, donde permanecerán durante las próximas semanas, marca la cuenta atrás de las Hogueras de Alicante, que estarán a punto de quedar plantadas dentro de un mes. En este caso, el indulto se conoce bastante antes de acabar la plantà: el 8 de junio. Los veredictos populares no son, en este caso, la antesala de los grandes días.

Gran cantidad de artistas falleros, incluyendo lo más granado del escalafón, han tardado apenas dos meses en regresar a los talleres, entonces vacíos, y componer nuevas obras. Es una forma de hacer las Américas y completar el presupuesto del año. Con la particularidad de esa situación actual en la que el artesano de los gremios falleros tiene captada gran parte de la demanda artística, y especialmente la más importante, la de las secciones más altas con presupuestos más altos.

Faltran Julio Monterrubio y Paco Torres Josa. Pero los demás, están prácticamente todos: Pere Baenas, Paco Giner, Carlos Carsí, Manuel Algarra, Vicente Llácer, Martínez Aparici, Javier Álvarez-Sala, Mario Gual, Art en Foc, David Sánchez Llongo, Xavier Herrero, Lorenzo Fandos, José Lafarga, Manolo Martínez Reig, Antonio Verdugo... lo mejor de cada casa tanto del «cap i casal» como de Burriana y las escuelas artísticas de otras comarcas.

No hay fenómeno a la inversa

Más de la mitad de la Sección Especial y prácticamente toda la Primera son para talleres falleros, en un trasvase que no se produce en sentido contrario. A pesar de las casi 400 fallas que se plantan en la Junta Central Fallera, la presencia de artistas foguerers no evoluciona y sigue siendo casi testimonial a pesar de que, por norma general, su rendimiento en el «cap i casal» suele ser más que correcto. Ni siquiera el gran éxito de Sergio Gómez hace dos años, cuando ganó el ninot indultado para Sueca-Literato Azorín, ha propiciado una mejora en la oferta para estos profesionales en el mes de marzo.

Ahora, llegado junio, son artistas falleros los que defienden los primeros premios. En la grande, Manuel Algarra y José Gallego y en la infantil, Iván Tortajada. Curiosos ambos casos, puesto que en la «terreta» han conseguido unos primeros premios en la máxima categoría que se les han resistido en casa. A Algarra, cuando pudo competir por él; a Tortajada, los dos años que lleva presentando serias credenciales en fallas infantiles.

Ese dominio de Algarra antecede al que, en épocas anteriores, han disfrutado Pere Baenas y Vicente Martínez. Los artistas falleros consiguen adaptar sus formas a un estilo más al gusto alicantino, que tampoco es el mismo de hace unas décadas. Ambas fiestas del fuego han ido acercándose y las diferencias de la concepción de los monumentos con cada vez menores, aunque todavía presentes. Entre las figuras presentadas a la Exposición destacan sin duda las de Pere Baenas y David Sánchez Llongo, que en esta ocasión muestran una libertad de formas muy diferente a las que exhiben en el concurso fallero.