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Entrevista

Joan Ribó: "No hacer las cosas por impopulares es electoralismo"

El alcalde señala que en el último año de legislatura es lógico que cada socio resalte sus características, «pero se mantendrá la estabilidad del gobierno»

Joan Ribó: "No hacer las cosas por impopulares es electoralismo"

Joan Ribó Canut (Manresa, 1947), no es hombre de dar rodeos. Ni de artificios. Ni de corbatas. No necesitaba los Audi blindados de Rita Barberá, y ha conseguido venderlos. Siempre que puede, y le dejan, va en bicicleta, o a pie. Ha devuelto también los Sorolla, Degrain, Dubón o Alemany que había en alcaldía al Museo de la Ciudad, y al Muvim, para disfrute de la ciudadanía. Ahora son pinturas y fotografías de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos las que cuelgan de las paredes, en una especie de exposición temporal. Otro cambio radical de quien se ve fuerte para presentarse a la reelección, pese a que reconoce que gobernar está en las antípodas de hacer oposición. Como contrapartida, la designación de València como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible le ha permitido rescatar al Ribó ingeniero agrónomo. Vertiente que no ha pasado desapercibida en la FAO, donde se le considera un «lujo».

P En el ecuador de la legislatura,¿qué balance hace el alcalde de la gestión del Govern de la Nau?

R La cosa está yendo bien, lo dice todo el mundo. Hasta los críticos. Hemos controlado la economía de forma seria y positiva y hemos enfocado algunos de los graves problemas de esta ciudad, desde la Feria a todo el frente litoral... con El Cabanyal, la Marina, Natzaret... Estamos contentos también porque hemos abordado muchas de las carencias sociales que había. Ahora hay ayudas al alquiler, a la gente no se la desahucia, hay apoyos para los que no pueden pagar las facturas del agua y la luz... Estamos empadronando hasta a los que no tienen casa para que puedan acceder a servicios sociales.

P¿De qué logro del equipo de gobierno está más orgulloso?

R ¡Uy!, eso es muy difícil de definir, pero creo que hay muchos. Siempre empiezo por el tema de las personas, porque los servicios sociales son fundamentales. Los temas de urbanismo son importantísimos, los de movilidad clave, y la participación ciudadana es una forma de hacer las cosas distinta. Pero primero las personas, evidentemente.

P ¿De qué iniciativa aplicada en este tiempo y que le pueda restar apoyos prescindiría ahora?

R De ninguna. Hay medidas que en un momento determinado pueden incluso no ser populares, pero si en tus programas dices que vas a hacer algo y crees que es positivo, pues adelante. El no hacer cosas por impopulares es electoralismo, que no me parece correcto, ni tampoco es respetar a las personas. Si el Govern de la Nau, o mi partido, se plantea determinadas cuestiones... se han de hacer igual aunque no sean populares.

P Pero las que puedan implicar un excesivo desgaste... ¿Se aparcarán a dos años para las siguientes elecciones?

R Evidentemente, no. Cuando hemos puesto una serie de cosas en el programa de la Nau es porque se han de llevar a término. El inicio del fraude y la corrupción están en no desarrollar aquellas ideas anunciadas porque puedan pasar factura.

P Las tres máximas prioridades de Ribó son...

R Primero, gobernar para las personas. Segundo, hacer un planteamiento general de sostenibilidad. Ahí te va la economía y los temas de movilidad, muy importantes para una ciudad. En tercer lugar, gobernar con eficacia. Que la economía interna de un ayuntamiento funcione, que los cuellos de botella en contrataciones y que has heredado se vayan resolviendo... a eso me refiero. El ayuntamiento ha de funcionar, y ha de hacerlo con eficacia.

P La derecha ha acuñado la idea de que los partidos de izquierda no saben gestionar.

R La derecha dice muchas cosas. También que no es corrupta, y después los jueces dicen otras cosas. Los datos económicos demuestran con mucha claridad que en estos momentos se es mucho más eficaz que cuando gobernaba la derecha. En términos económicos, por supuesto. Pero la derecha se ha de justificar. Yo lo entiendo.

P ¿Cómo lleva lo de gobernar con otros dos socios de formaciones políticas tan distintas?

R Tiene sus complicaciones porque implica que se ha de dialogar más, hablar más, porque no son de tu partido. En otras circunstancias podrías abordar las cosas sabiendo que ya se han debatido, y no necesitas plantearlas otra vez. Ahora sí has de hacerlo. Pero también tiene muchas ventajas. Hace que el gobierno sea más rico, más plural, que llegues a más capas sociales... Para mí es muy satisfactorio gobernar así. Evidentemente hay cosas es las que no estamos de acuerdo y se han de debatir, y discutir, pero se acaba llegando a acuerdos. Se ha funcionado de forma muy armónica hasta ahora.

P Pues ha tenido varios encontronazos serios con sus socios de gobierno. Con València en Comú, a cuenta de los presupuestos y la Universidad Europea en el Cabanyal, con el PSPV por el reparto de las áreas de gobierno...

R ¿Encontronazos? No, yo lo llamo debates.

P El último ha sido el carril bus con el PSPV, no más lejos....

R Pero eso no es un encontronazo (firme). Es un debate respecto a unas posiciones. Es cierto que la sensibilidad en los temas de movilidad no es exactamente la misma en Compromís que en otras formaciones, y menos con el PSPV, pero es que no somos del mismo partido. Es lógico. Se ha de entender. En el tema del carril bus se ha debatido y se ha llegado a acuerdos. ¿Que ha costado un poquito más? Sí, pero la mayoría de las cosas no cuestan nada. Y aquello que haya costado un poquito más, ni lo recuerdo en estos momentos. Es algo absolutamente normal, pasa hasta en gobiernos de mayoría absoluta. Hagamos memoria, eh, hagamos memoria, que es importante la memoria (le sale el tono didáctico del profesor que lleva dentro).

P En el último año de legislatura, ¿qué imagen veremos entre los socios de gobierno? ¿Se desmarcarán abiertamente unos de otros? ¿Irá cada uno por su lado?

R El último año siempre es especial, porque se aproximan las elecciones y evidentemente cada uno ha de resaltar los aspectos que considera más importantes respecto a sus votantes. Yo espero, y estoy convencido, de que podremos conseguir esto manteniendo una estabilidad en el gobierno, pero no será igual que el primero, ni que el segundo. Hay una dinámica y el último año estará marcado por la cita electoral de 2019. Cada uno resaltará más sus características aunque eso ya está pasando y es absolutamente normal.

P Todos los sondeos de opinión coinciden en que Compromís y PSPV están obligados a entenderse si quieren volver a gobernar, tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento.

R Está claro. Y no tengo ninguna duda de que nos entenderemos. Para mí eso no es un problema, es algo positivo. Se ha acabado el bipartidismo y los que nos consideramos de izquierda progresista hemos de pensar que tendremos que trabajar para hacer gobiernos progresistas y estables. No veo para 2019 una perspectiva de cambio como en los últimos años, porque ya se produjo en la mayoría de ciudades hace dos años. No sé lo que pasará en la futura cita electoral, pero si hay que llegar a acuerdos, pues estupendo. Ningún problema. No tengo miedo.

P A pesar de los contínuos casos de corrupción que salpican al Partido Popular, tanto en la Comunitat Valenciana como en el resto de comunidades autónomas, siguen ahí... no han llegado a desplomarse.

R La derecha es la derecha en España. Pese a ello, el PP pasó de 21 a 10 concejales en València. Pero los datos indican que podemos volver a sacar buenos resultados.

P ¿Ha cambiado usted desde que accedió a la alcaldía ?

R Sí, claro. Te has tenido que hacer más realista. Asumir que la mecánica administrativa tiene unos procedimientos jurídicos que son lentos, que te pueden enervar y ponerte nervioso, pero has de respetarlos. Ese es el cambio fundamental. Hay que acostumbrarse a trabajar con una programación a más largo término, a toparte con unos procedimientos muy reglados que no te puedes saltar, pero que has de agilizar al mismo tiempo al máximo.

P Se ha tardado en el cambio de nombres de calles que evocan al franquismo para evitar problemas como en Alicante...

R En Alicante, y otras ciudades....

P Pero el Partido Popular ya ha dicho que se paralicen las modificaciones y exige informes que justifiquen esos cambios... ¿acabará frenándose todo?

R Los informes los ha hecho la Universitat y están muy claros. No creo que vaya a haber ningún tipo de paralización. Vamos a trabajar este tema con mucho cuidado, y de la manera más objetiva posible. El motivo fundamental es que hemos de cumplir una ley de Memoria Histórica a la que el señor Rajoy no pone un duro ningún año, aunque cuando pudo no se atrevió a derogarla, y ahora no puede.

P Las voces críticas le han salido desde la izquierda por «olvidos» como los de Vicente Martínez Carceller o desde la Acadèmia Valenciana de la Llengua por Pere María Orts...

R Alguna cosa espero que se pueda arreglar (en el momento de la entrevista, la comisión de Cultura rectificaba y atendía la petición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua para dar una calle a Orts......) Pero el tema no se acaba aquí. Yo pediría a la gente un poco de calma porque no se ha de hacer todo ahora. Estamos cambiando los nombres que nos pide la ley de Memoria Histórica. Punto. Se está acabando el PAI Malilla, donde habrá nuevas calles... (también durante la conversación con Ribó, desde Patrimonio Cultural se dignificaba la calle a Joan Fuster). Intentaremos contentar al máximo a la gente.

P Decía usted que los domingos eran para ir a misa el que quisiera, pero el tema de los horarios comerciales sigue encallado.

R Nosotros hicimos lo que tocaba hacer, que era llegar a un pacto mayoritario con casi todas las instancias rebajando de una forma muy importante las zonas y llegando a acuerdos para que los trabajadores gozaran de un máximo de días de trabajo. Por desgracia, han aparecido temas a nivel de Generalitat y de Estado que hace que no haya prosperado la cosa.

P ¿Ve alguna solución?

R Creo que sí. En otras comunidades autónomas funciona así. Es muy negativo, para una ciudad que quiere trabajar por el turismo, y que quiere tener un desarrollo sostenible, llenarla de centros comerciales. No es lo mejor.

P Con el tema de la grúa ocurre lo mismo. Anunciaron hace casi un año que rescindían con la empresa que ofrecía el servicio.

R Se está avanzando y vamos a trabajar para redefinir el contrato. Lo podemos arreglar pronto.

P ¿Pero habrá que acabar pagando 15 millones de indemnización como pretende la concesionaria?

R No, yo creo que no. Estamos en una fase de negociación y aunque no conozco los detalles de la última semana, se resolverá. Nos encontramos con un contrato que no nos gustaba y no satisfacía las necesidades de la ciudad.

P ¿Qué proyectos importantes quedan por desarrollar?

R Abordar todo el frente litoral. Queda mucho por hacer en el Cabanyal, en toda la parte final del rio de Natzaret, y queda la Marina, que es fundamental para nosotros. La deuda es una losa demasiado pesada. En el tema educativo, hay que empezar a introducir alguna Escoleta con carácter público como estaba en el programa de la NAU. Recuperar algunas de las que se privatizaron un día, para municipalizarlas. La idea es poner una en marcha en septiembre. ¡Ah! y el tema de la T2, que para nosotros es fundamental.

P Da la sensación en este asunto de que la consellera María José Salvador (PSPV) va por un camino, y ustedes por otro.

R No, la consellera está viendo la necesidad de trabajar este tema, pero tiene un problema económico que de todos es conocido, pero se pueden buscar soluciones. Nosotros lo que le hemos mostrado a la Generalitat es que esa línea es de metro-tranvía, porque es intermedia, es estratégica para la movilidad en Valencia. Conecta barrios fundamentales y servicios fundamentales, pero es tarea de la Generalitat cómo hacerlo.

P Envió una carta a Ximo Puig al respecto.... ¿no?

R Sí. El ayuntamiento no quiere agobiar, pero al mismo tiempo queremos recordar que es una lástima que una inversión tan gorda esté ahí dormida, y se habría de hacer un esfuerzo.

P ¿Qué destacaría del presidente de la Generalitat?

R La proximidad. Tengo amistad desde hace mucho tiempo y es una persona que se preocupa por València. Hemos analizado juntos los problemas y hay muy buena sintonía. No buena, muy buena.

P Sinceramente, da la sensación de que por más que se esfuerzan por reclamar un trato digno al Gobierno, València tiene muy poco peso en Madrid.

R Por desgracia es bastante evidente. Sobre todo cuando se ven las situaciones heredadas como la Marina, el Parque Central, las inversiones.... Me da la sensación de que en el último año en el tema de inversiones se nos ha querido castigar, no solo a València, sino a la Comunitat Valenciana. El tema es preocupante.

P ¿Quiere decir que es adrede?

R Hay una cierta voluntad clara de que como está gobernando la izquierda... pues apanyeu-se.

P Pero es un poco incongruente que gobernando como gobernó durante tantos años el Partido Popular en València y la Comunitat, y siendo éste feudo un granero de votos tan importante, no se tradujera en más inversiones y reclamaciones atendidas.

R Tampoco es que se pasaran... efectivamente.

P ¿Y cómo se explica?

R Pues no sabría decir, pero también tiene una componente histórica, que hemos de romper de una vez por todas. Exceptuando el momento en que llegó el AVE, no se ha lucido mucho el Gobierno español con las inversiones aquí. Es cierto que no es un problema de ahora, ni del PP, es de la sociedad valenciana, que se ha de poner seria en este tema y exigir lo que nos toca. Ni más, ni menos, pero lo que nos toca sí, porque no nos pueden tomar más el pelo.

P Los empresarios aún no han parado de movilizarse...

R Me parece admirable. Esta actitud la he de alabar. Me parece muy positiva y se ha de destacar esa apuesta de querer salir como valencianos a decir que hay cosas que no pueden ser. Este es un tema sustancial, que contribuye después a que tengamos unas tasas de empleo y bolsas de pobreza más elevadas que la media.

P Que Juan Roig haya enarbolado la bandera del Corredor junto a empresarios como Vicente Boluda, Federico Félix.... ¿puede ser decisivo para que tomen en serio a los valencianos?

R Sí, sí, sí. Estas cosas son la conjunción de muchos aspectos, del empresarial y también de una reacción institucional fuerte. El ministro de Hacienda nos trata de «llorones».... Pero esto no es un trapicheo, ni un negocio. Se ha de pedir lo que es nuestro, mediante un planteamiento estatutario con una negociación seria.

P Tiene usted una situación atípica, con dos PP en la oposición. El grupo municipal, con nueve imputados, y al presidente de la gestora, Luis Santamaría, denunciando lo mismo. Un día unos, y al siguiente Santamaría.

R Es un problemón aunque ellos quieran acostumbrarnos a esa situación, pero es una vergüenza, sinceramente, aunque yo tengo muchos problemas como para ocuparme del PP. Ya tienen suficiente con los ediles imputados, sus problemas en la provincial y en cuanto a Santamaría, tendrá aspiraciones o yo que sé.

P Lo de Santamaría es como desautorizar a los ediles ¿no?

R En eso no me voy a meter...

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