Desde su siega en tierras del parque natural de la Albufera, hasta que se sirve en plato con diferentes preparaciones. Todo el proceso de tratamiento del arroz fue el protagonista de la segunda edición de Tastarròs, la fiesta del arroz que se celebró ayer en la plaza del Ayuntamiento de València y por la que pasaron alrededor de 15.000 visitantes, tal y como informaron fuentes de la Denominación de Origen Arroz de València, entidad organizadora del acto.

Los objetivos de esta jornada cultural y gastronómica perseguían enseñar a los valencianos las diferentes variedades de este cereal, cómo se ha integrado el producto en la alta gastronomía a través de atrevidas creaciones culinarias, así como profundizar en su origen «que está íntimamente ligado a los arroceros y molineros de la provincia y que nos muestra su ADN, de dónde viene», explicó Santos Ruiz, gerente de la D.O. Arroz de València, a Levante-EMV.

Durante la jornada se concentraron en un mismo espacio los diferentes sectores de actividad económica que conforman la cadena de vida del arroz. Desde los arroceros de Sueca, como Vicente Lledó, que estuvo rastrillando el grano del sequer urbano que se instaló en la plaza del «cap i casal», hasta Luís Valls, jefe de cocina del restaurante El Poblet de Quique Dacosta, que cuenta con una estrella Michelin y que es la primera vez que participa en este certamen.

En total 25 restaurantes cocinaron su propia versión del arroz repartidos en diferentes stands. Una de las novedades de esta edición fueron los carteles informativos instalados en cada puesto y en los que, además de anunciar el nombre del local y el plato que se ofrecía, se apuntaba la variedad de arroz con el que se había preparado la comida. «De esta forma ayudamos al público a identificar las características propias de cada tipología», apuntó Ruiz. Albufera, Bomba, J. Sendra o Senia son solamente algunos de los tipos de grano que se emplearon en las elaboraciones.

Para los restaurantes presentes «ésta es una oportunidad excelente para acercarnos a otros públicos que quizá no conocerían nuestro local de otra forma», explicó Alberto Alonso, propietario del restaurante 2 Estaciones, ubicado en Russafa y que es la segunda vez que participa en Tastarròs.

En esta misma dirección apuntaron algunos de los comensales que se acercaron hasta la céntrica plaza para degustar las creaciones de los cocineros valencianos. «Así podemos tomar contacto con restaurantes que desconocíamos y podemos convertirnos en clientes en su propio local», comentaba Juana Ruiz, vecina de València, mientras degustaba un «fabuloso» arroz con alcachofas y jamón.

Esta segunda edición de Tastarròs aumentó su superficie de ocupación en un 60% y se prepararon cerca de 25.000 raciones de arroz para abastecer al público asistente que también pudo disfrutar de actuaciones de música valenciana en directo.