La pequeña Pipita sale a desfilar ante la multitud «tiene seis años y lleva ya varios encerrada en una jaula» dice la presentadora, la cantante Sole Giménez. Pipita, algo tímida, pero también juguetona, se acerca a los niños y se deja mimar. No obstante, no sabe que ahí, entre el público, dos personas se han enamorado de ella y ya antes de que acabe este décimo desfile de perros abandonados en el Bioparc, se acercan al mostrador de donaciones para llevársela a su casa: «Nos ha gustado mucho. Es pequeña y se ve alegre. Además, llevamos varios años sin perro y siempre habíamos tenido», dicen Silvia y su padre, Paco. Él, de 85 años, ironiza con esta nueva integrante de la familia «a ver cuánto nos dura o si yo me voy antes que ella». Quién sabe lo que pasará, pero lo que sí está claro es que gracias a ellos Pipita tendrá una oportunidad de rehacer su vida y de ser querida como merece.

Esta mestiza fue la primera en ser adoptada ya en esta nueva edición de un peculiar desfile de modelos organizado por el Bioparc en colaboración con la protectora Aupa que, en sus anteriores nueve ediciones lleva adoptados ya a unos 100 perros. Ayer, la secretaria de Aupa, Elena Negueroles, comentaba la importancia de este tipo de iniciativas, así como la de concienciar desde la infancia y, sobre todo, la de conseguir mayor implicación política: «Es importante que desde pequeños los niños aprendan a respetar a los animales, a quererlos y no abandonarlos nunca». Decía para añadir que «si en un momento tienen una ocasión de adoptar un perro que piensen en la adopción y en salvar a alguno de las rejas».

«La principal responsabilidad es de las autoridades, de los políticos. Esto es un problema social, somos cuatro personas individuales las que ponemos, esfuerzo, trabajo, dinero, lágrimas y sudor para sacarlo adelante. Pero no ha habido nunca nadie en España que de verdad se lo tomara en serio. Con medidas realistas, efectivas. Eso supone que tienen que tener una dotación presupuestaria y una voluntad continuada», denuncia.

Mientras tanto, en el desfile se iban sucediendo historias desgarradoras como las de Kenia, que fue abandonada y luego atropellada en una carretera, por lo que le amputaron una pierna. O la de Pandora que fue maltratada y encontrada en la calle.

Negueroles lamenta esta situaciones y explica que hay países donde se ha logrado que no haya abandonos y donde, cuando hay un perro encontrado en la calle «hay lista de espera para adoptarle». Aquí, en cambio, «hay más entradas en las protectoras, que salidas». Así que todavía falta mucho camino por recorrer.