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Entrevista

Sandra Gómez: "Si los socios de gobierno no nos mantenemos unidos, volverá la derecha"

Sandra Gómez asegura que pondrá todo de su parte para preservar el Govern de la Nau, pero recuerda que «eso también es responsabilidad de los que más peso tienen en la coalición»

Sandra Gómez en la Nau, lugar donde se firmó el pacto de gobierno para el Ayuntamiento de València. germán caballero

Los dos años de legislatura han sido un curso intensivo de gestión y de cultura política para Sandra Gómez. Con 28 años y ninguna experiencia en este terreno, accedió a la corporación de la tercera ciudad de España. Y poco tiempo después tuvo que coger, además, las riendas del Grupo Socialista y situarse como primera teniente de alcalde. Su balance de este tiempo, no obstante, es positivo, dice. Tanto como para estar convencida de que si nadie lo impide, el gobierno progresista, del que los socialistas son un pilar esencial, puede perpetuarse.

Dos años después de comenzar la legislatura, ¿está siendo en general como esperaba?

Nosotros nos encontramos un ayuntamiento paralizado, sin rumbo y sin objetivos. Y la verdad, creo que le estamos dando un impulso que es para estar satisfecha. Yo creo que la ciudad va mucho mejor que hace dos años. En lo que es desarrollo económico, que es mi materia, todos los indicadores evolucionan muy bien.

¿A qué se refiere?

Por ejemplo, y esto es lo que más importa a la gente, se ha reducido la tasa de desempleo en 7.000 personas, se han creado 1.114 empresas y estamos creando riqueza a través de sectores estratégicos como el turismo.

¿Qué cosas le han sorprendido por negativas?

La poca colaboración del Gobierno central, por supuesto. Pero sabíamos que no nos lo iban a poner fácil, no quieren que este proyecto político salga adelante aunque eso suponga un perjuicio para los ciudadanos. Es hacer partidismo antes que política. Pero hay otras cosas que me han sorprendido y una de ellas es la poca agilidad de los procedimientos. Hay algunos proyectos que iniciamos con mucha fuerza que están generando cierta frustración como, por ejemplo, el Cabanyal.

¿Y qué ha encontrado que le ha sorprendido positivamente?

Yo no tenía experiencia en política y gestión. Llevo dos años en esto. Y ver que lo que haces tiene un impacto directo en la vida de las personas eso es una sorpresa muy grande. Por ejemplo, cuando quitamos el copago de los centros de día de las personas mayores ayudabas a familias que no podían pagar. Y eso es una satisfacción muy grande. O dar una oportunidad a 500 jóvenes de tener su primera oportunidad laboral.

En este tiempo ha habido pequeños rifirrafes entre socios de gobierno. ¿Cómo se ha gestionado eso?

Vamos a ver. Somos partidos diferentes, con prioridades distintas y formas de hacer política distintas. Pero ello no quiere decir que no compartamos un objetivo común que es construir un modelo de ciudad progresista. Ahora bien, los tres partidos tenemos que tener altura de miras. No nos podemos quedar atascados en problemas concretos, porque hay mucha gente que espera que este proyecto dure muchos años. Para eso es necesario que los diferentes partidos tengamos voluntad de acuerdo para mucho tiempo. Y si fracasamos en eso, que nadie se equivo que, volverá la derecha. La gente no nos perdonará. En el Partido Socialista vamos a poner toda nuestra voluntad de diálogo y consenso para no fracasar, pero eso es responsabilidad de todos, sobre todo de los que más peso tienen en este gobierno.

Pero se está trasladando una sensación de división que perjudica al gobierno local y que aprovecha la oposición.

Sí. Es verdad. Tenemos que hacer autocrítica. Tenemos que tener voluntad de consenso, pensar que ninguno de nuestros programas electorales ha ganado las elecciones y que tenemos que construir un relato entre los tres partidos, sin imponer las cosas, sino convenciendo y dialogando.

La gente se pregunta: si esto pasa en el minuto uno, qué no pasará cuando se acerquen las elecciones...

Pensar que la ciudadanía nos va a permitir el último año estar en una posición de conflicto, es un error. Nosotros aspiramos a que esto tenga continuidad en el futuro, que no se agote en 2019. Tenemos que tener altura de miras y presentar un proyecto consolidado y unido. Dicho eso, yo creo que tampoco hay que dramatizar.

Hablemos de gestión. Ha habido cambios en las señas de identidad, muchas cuestiones que han podido incomodar como el nombre de València, la Procesión Cívica... ¿El Partido Socialista ha tenido que tragar saliva en algunos casos?

Que va. En ningún caso. Todo lo contrario. De hecho, el nombre de València en valenciano viene de una ordenanza de Clementina Ródenas que el PP decidió no cumplir. Y lo de la Procesión Cívica entra dentro de la normalidad. Ahora bien, desde el respeto, yo sí creo que los representantes públicos tenemos que estar con la gente en los momentos importantes para ellos. En el Partido Socialista participamos en la Semana Santa sin ningún tipo de estridencias y vamos a la Mare de Déu o estamos en el Día del Orgullo Gay. Nosotros gobernamos para toda la ciudadanía y estamos en los momentos y en los sitios que son importantes para la ciudad.

¿Y los proyectos importantes que se han presentado y se han dejado ir? Pienso, por ejemplo, en el casino de la Marina Real o la Universidad Europea del Cabanyal.

Ningún problema. Porque al final son cosas que dependen también de la iniciativa privada. Nosotros entendemos que es necesario que en el Cabanyal haya un elemento de dinamización social y la Universidad Europea podría ser uno de ellos, porque es gente joven, estudiantes. Esto no se soluciona haciendo más viviendas, porque casas vacías hay muchísimas. De todas formas, la Universidad Europea al final no ha dicho ni que sí ni que no. Es verdad que se le hizo una propuesta y ahora la pelota está en su tejado.

Entonces, si no hay problema con las señas de identidad ni con los proyectos, ¿el problema es Grezzi (concejal de Movilidad)?

(Risas) No.

Líneas de la EMT, aparcamiento en el carril bus, peatonalizaciones...

El Govern de la Nau va mucho más allá de un único concejal. Nuestra relación con Grezzi es normal y compartimos la idea de una ciudad más transitable y más amable. Quizá lo que no compartimos es la forma de hacer las cosas. Yo las hubiese planeado de otra manera, buscando consenso previo y la complicidad social, como hemos hecho en mis delegaciones.

Hablemos de los dos años que quedan. ¿Dónde centrará sus esfuerzos?

Una de las asignaturas pendientes era un plan de desarrollo económico. Aquí se trabajaba desde departamentos estancos, desde diferentes áreas y con proyectos separados. Nosotros queremos un plan global que abarque el turismo, la industria, la cultura, trabajar conjuntamente con los compañeros de Comercio, Agricultura... El principal reto es que esos 7.000 desempleados menos que hay en la ciudad sean muchísimos más.

¿Y qué impronta le gustaría darle a esa política suya?

La principal asignatura del mercado laboral es el desempleo juvenil, porque es el más perverso. Por tanto, hay que trabajar con los jóvenes para que tengan su primera experiencia laboral, por eso hemos puesto en marcha el programa Anem. Yo creo que una de las cosas que puedo aportar es que soy joven. Yo lo he vivido. Yo he estado en el paro, yo he sido becaria, yo tenía problemas de inserción laboral. Es que yo soy una responsable política que sabe lo que se sufre y la frustración que se genera. Por tanto, esa preocupación yo la tengo y quiero que seamos la administración que más piensa en los jóvenes también desde el punto de vista laboral.

Otra diferencia del Parido Socialista es que lo más importante es generar oportunidades a las familias trabajadoras. Se habla mucho de la participación y eso, pero lo más importante es tener un proyecto de vida. Lo que más bienestar genera es tener un trabajo, por eso nuestra prioridad son las familias trabajadoras.

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