Los resultados de la encuesta encargada por la concejalía de Desarrollo Económico sobre los alojamientos turísticos no han sido bien acogidos por la Asociación de Vecinos del Carmen, el barrio con mayor número de apartamentos turísticos por metro cuadrado de la ciudad. El portavoz de la plataforma, Toni Cassola, asegura que la encuesta «es irreal y poco rigurosa» pues no facilita los resultados barrio por barrio. Los vecinos, que aseguran que la proliferación de apartamentos turísticos ya ha empezado a disparar el precio de la vivienda y a expulsar a los vecinos de toda la vida del barrio que no pueden pagar los precios de alquiler que se están pidiendo, cifran el número de apartamentos en más de 4.000 frente a la cifra que maneja el ayuntamiento de 2.000 alojamientos de este tipo.

La encuesta sobre la oferta de vivienda turística y apartamentos de València, elaborada por al Concejalía de Desarrollo Económico Sostenible y Turismo de esta ciudad, desmonta la idea de la «turismofobia» en la capital valenciana ya que indica que al 69,10% de sus vecinos no le molestan los turistas de apartamento. Igualmente, el adelanto de este sondeo del que se ha hecho eco Levante-EMV señala que un 72,6 por ciento de los residentes en València afirma que no le importaría que se alquilaran viviendas a turistas en su edificio o barrio.

Los vecinos del Carmen, sin embargo, discrepan de los datos de la encuesta, que califican de «manipuladora» y lamentan que «sea un gobierno progresista el que esté incentivando la desregulación del turismo». Cassola lamentó que «algo tan positivo como es la recuperación y rehabilitación de edificios históricos del barrio no sirva para la regeneración social del Carmen sino para beneficiar a las empresas y fondos buitres que hay detrás». Los vecinos del Carmen quieren iniciar una recogida de firmas para denunciar la «indiferencia» del Govern de la Nau ante la proliferación de los apartamentos turísticos. Un problema, afirman los vecinos, que «existe» y que no se va a resolver «cobrando impuestos», apuntó Cassola en alusión a las declaraciones del alcalde, Joan Ribó, sobre la posibilidad de gravar los edificios de apartamentos turísticos. El problema, destacó Cassola, es que los apartamentos turísticos están metidos en edificios residenciales aunque plan urbanístico lo prohíbe.