Por primera vez en los últimos diez años el Ayuntamiento de València ha aumentado el parque de vivienda social destinada a familias en situación de vulnerabilidad. La concejalía de Inserción Sociolaboral hace entrega hoy de cuatro de los nuevos pisos que se han habilitado en El Cabanyal, precisamente uno de los barrios que más reclama acciones de regeneración social.

València tan solo contaba con 97 viviendas sociales en toda la ciudad, una cifra que sitúa al «cap i casal» a la cola de inversiones en este tipo de infraestructuras para los colectivos más vulnerables. Barcelona por ejemplo cuenta con un parque de 6.300 pisos para alquiler social y tiene previsto construir 2.200 en los próximos años; Zaragoza también supera por goleada a València, con unas 1.900 casas para familias en riesgo de exclusión social.

Desde el año 2007 València no había invertido ni un euro en la adquisición de vivienda para usos sociales. «Los gobiernos del PP mantuvieron la cifra de 97 pisos entre 2007 y 2015. Con la llegada del Govern de la Nau al ejecutivo municipal, uno de los objetivos prioritarios ha sido el considerable aumento en el gasto social y multiplicar los recursos a disposición de los colectivos más vulnerables. Desde la concejalía de Inserción Sociolaboral nos marcamos como objetivo aumentar cuanto antes el parque de vivienda social municipal, que es ridículo comparado con otras ciudades. Por eso, ahora entregamos las primeras cuatro viviendas para familias en riesgo de exclusión social y en los próximos meses vamos a aumentar la cifra en diez más. Es un primer paso para ir fortaleciendo los recursos sociales de esta ciudad», explicaba la concejala Isabel Lozano.

Acto sencillo de entrega de llaves

Las llaves de las viviendas se entregan hoy en la Junta de Distritos del Marítim y, como viene siendo norma en el nuevo gobierno, se evita un acto público «al estilo de los que organizaba la alcaldesa Rita Barberá en el salón de Plenos», ya que según explica Lozano «estas familias ya viven suficientemente estigmatizadas y esos actos no ayudaban en este sentido», recuerda Lozano.

Las viviendas, tanto las cuatro que se han reformado, como las otras diez que se rehabilitarán en los próximos meses, provienen todas de la oficina del Plan Cabanyal, que en tiempos del Partido Popular se encargaba de la adquisición de casas para su futuro derribo, dentro del plan de ampliación de Blasco Ibáñez.

Los cuatro inmuebles habilitados forman parte del denominado Programa Acceso a la Vivienda, que a su vez está incluido dentro de un programa integral de inserción social y laboral. El objetivo es conseguir la inserción social de las familias que acumulan varios factores de exclusión social.Así pues, las personas que acceden a una de estas viviendas municipales han de cumplir una serie de condiciones marcadas por la administración, como mantener en situación de escolarización a los menores, tener unas buenas relaciones vecinales, mantener unos hábitos de higiene doméstica y la busca activa de trabajo.

43.525 euros invertidos

El coste de la rehabilitación de las cuatro viviendas que se entregan hoy asciende a 43.525,87 euros. Se encuentran en las calles Vidal de Canelles (con una inversión realizada de 9.484,61 €), dos en la calle Padre Luis Navarro (14.650,99 € y 8.871,24 €, respectivamente), y calle de la Reina (10.519,03 €). Para el resto del ejercicio la partida consignada por el ayuntamiento para la rehabilitación de viviendas para uso social es de 150.000 euros. Como se puede comprobar, las reformas no han sido muy costosas, ya que los inmuebles se encontraban en buen estado.

Luz y agua a nombre de la edil para garantizar el suministro a familias

Las viviendas que entrega hoy el Ayuntamiento de València a cuatro familias en el Cabanyal se ceden con el alta de los suministros básicos realizada, es decir, luz, agua y gas, si procede. «Hasta ahora se entregaban las viviendas sin estos trámites realizados, por lo que muchas familias tardaban meses en instalarse porque no tenían los recursos suficientes para dar de alta estos servicios, ya que suelen costar bastante dinero», señala la concejala de Inserción Sociolaboral, Isabel Lozano.

Lo curioso es que ella misma figura de titular en los contratos de alta por una cuestión legal. «Los contratos han de darse alta a nombre de una persona física, por lo que los servicios jurídicos del ayuntamiento consideraron que poniéndolo a nombre de la concejala se daba la cobertura legal adecuada. Cuando se entreguen las viviendas las familias deben poner los recibos a su nombre, por lo que tampoco representa mayor problema. Logramos de esta manera que estas familias no asuman esta inversión», recuerda Lozano.