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Entrevista

Jordi Peris:"Somos el más estable de todos los gobiernos del cambio"

Jordi Peris quiere poner el acelerador en el derecho a la vivienda y solucionar problemas de los barrios como en el Cabanyal y Orriols

Jordi Peris:"Somos el más estable de todos los gobiernos del cambio"

Jordi Peris cree que en un futuro querrá volver a la vida universitaria. De momento no se lo plantea y se siente orgulloso de contribuir a la creación del Govern de la Nau, una fórmula, dice, «a preservar».

¿Cuál es la valoración que hace de estos dos primeros años del Govern de la Nau?

Hay muchas cosas a destacar de dos años de gestión, políticas de izquierda y de cambio. Quizá lo que más destacaría es el hecho de que los partidos políticos de izquierdas nos hemos puesto de acuerdo y estamos gobernando juntos esta ciudad, algo sin precedentes. Es algo con un valor histórico importantísimo por lo que supone como planteamiento de cambio tras 24 años de gobierno del PP. Ahí València en Comú ha tenido un papel muy importante en ese trabajo de cohesionar este gobierno, posibilitar y trabajar por ese necesario diálogo entre las tres partes y me siento especialmente orgulloso del papel que hemos desempeñado para que este gobierno funcione. Me parece un elemento a preservar porque creo que es la fórmula de gobierno que debería continuar en esta ciudad por mucho tiempo. Es la lectura que hicimos de las elecciones, que València es una ciudad plural y que los tres partidos nos teníamos que entender. Han sido dos años de gobierno extraordinariamente estable. Es el gobierno municipal más estable de todos los gobierno de cambio que hay en el conjunto del estado español.

Pasó de la docencia en la universidad a la política. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Se lo esperaba así?

Para mí ha sido un cambio muy importante respecto a lo que era mi vida como docente universitario. Pero estoy contento y orgulloso de estar haciendo lo que estoy haciendo, y más por la importancia del momento y los cambios que estamos introduciendo para la ciudad y la necesidad de hacer esto con diálogo a múltiples bandas. Es muy enriquecedor trabajar con todo el entramado de actores e instituciones para hacer realidad estos cambios por lo que yo y mucha gente de mi partido nos metimos en política. Lo que más me ha costado y me sigue costando entender es la lentitud de los procesos administrativos. Todos llegamos con unas expectativas altísimas y muchísimas ganas de introducir cambios muy necesarios en la ciudad. Pero claro, cuando estás gestionando, funcionas en el marco de una maquinaria burocrática que es extraordinariamente lenta y en mucho casos está anquilosada. Eso es lo que más me cuesta entender y también explicar a los ciudadanos.

¿Ha logrado València en Comú imprimir su sello en el Govern de la Nau?

Creo que sí. Reconozco que tenemos problemas de visibilidad. Quizá se nos ve desde fuera menos que a Compromís y al PSPV. Aún así estoy satisfecho con nuestra aportación al Govern de la Nau. Hemos marcado la diferencia en algunas cosas importantes. Por ejemplo, para nosotros es fundamental la perspectiva de los derechos de las personas más allá de las áreas que gestionamos nosotros que estan muy vinculadas con derechos como a la vivienda, la cultura, la participación, entre otros.

El área que les ha dado más visibilidad ha sido el de participación, pero en los últimos presupuestos participativos acudió solo un 2,3% de los vecinos. ¿Es un problema de falta de cultura participativa o de comunicación entre el ayuntamiento y la ciudadanía?

La Copa del América la decidieron 10 personas en un despacho y nosotros hemos abierto las decisiones a la ciudadanía. Creo que ese es el cambio fundamental que hemos introducido, un cambio profundo de la forma de hacer políticas en este ayuntamiento. Antes las políticas de participación brillaban por su ausencia. En el caso de los presupuestos participativos, la cifra de 2,3 % es buena o mala en función de con qué se compara... Sí, yo aspiro a mucho más, pero comparadas con otras ciudades, la cifras son muy buenas. En el caso de París que lleva años con presupuestos participativos no llega al 2 % y en Madrid con un despliegue brutal, se quedaron por ahí. Vamos avanzando, y es un proceso en el cual lo más importante no es el porcentaje, sino que la gente asuma que tiene derecho a participar de manera directa de algunas decisiones importantes.

Una de la convocatorias de participación más importantes ha sido «Va Cabanyal» ¿Qué modelo de barrio quieren?

El Cabanyal debe superar toda esa problemática que no es solo urbanística, pues lo es también en términos sociales y de convivencia, y desde luego tenemos que ir a un barrio lo más normalizado posible. Hay que evitar a toda costa la gentrificación, y que el barrio entre en procesos de especulación, y creo que tenemos un recurso muy importante para ello que son las propiedades públicas, que nos permite contener la subida de los precios. Y al mismo tiempo hay que evitar que sea un barrio gueto. Ni guetificación ni gentrificación en el Cabanyal. Debemos avanzar hacia un modelo de convivencia lo más plural y diversa posible, sin expulsar a nadie del barrio, pero que establezcamos unos mínimos de convivencia entre diversos perfiles sociales. Esa es la apuesta. Que haya vivienda social, profesionales, estudiantes, trabajadores, residencias para la tercera edad...Es lo que nos están pidiendo los vecinos. No queremos un barrio de moda, queremos uno en el que viva gente de todo tipo.

A pesar de la iniciativa de regeneración y las inversiones los vecinos trasladaron al alcalde y el presidente de la Generalitat que les estaban fallando. A eso se suma que Bruselas les bloquea 30 millones de inversión...

Los 30 millones no se han bloqueado. No estarán hasta que se resuelvan todos los procedimientos de gestión que ha de dar visto bueno Madrid y Bruselas. «Va Cabanyal» es un proyecto a cinco años y en él se desarrollan un conjunto de intervenciones que se van a ir poniendo en marcha progresivamente. Es cierto que queríamos haberlo puesto en marcha ya y que se retrasa el inicio por burocracia que en el caso europeo es aún más complicada. La importancia del plan es que complementa lo que sería una actuación solo urbanística. Aporta esa visión integral para la regeneración del barrio con muchísimos temas: sociales, de empleo, comercio, cultura... Sobre los temas de convivencia de los que se quejaron los vecinos, se ha de resolver de forma previa al «Va Cabanyal».

Llegaron a la política desde las plazas bajo la bandera de la regeneración de la política y a usted le han acusado de irregularidades en la Fundación Inndea... Incluso el Síndic ha pedido la documentación exigida por el PP.

Yo he defendido lo que hicimos, que se hizo bien, y ahora hemos tenido acusaciones por parte de por Beatriz Simón (PP) diciendo que no le damos la información que pide. Y lo desmiento, no es así. A ella se le ha puesto a disposición toda la información que ha pedido y de hecho hoy (por el viernes) he hablado con ella y le he vuelto a dar la información. El síndic nos insta a extremar las facilidades de acceso a la información que es lo que veníamos haciendo. Ella juega con esto para echar leña al fuego. Pedí un informe al secretario del ayuntamiento sobre cómo actuar al respecto de la Ley de Protección de Datos. En base a ese informe se le da acceso a todo pero no se le permite llevarse copia de documentos con datos personales, que puede consultar allí. Es la única limitación. Ella debería hacer retrospectiva sobre el tipo de información que ella daba cuando era vicepresidenta de esta fundación...

¿Qué tal es la relación con sus socios de gobierno?

Son muy buenas. Incluso no solo hablaría de diferentes opiniones, hablaría de discrepancias en algunos casos. El de la Universidad Europea me parece relevante; el del carril bus creo que se le ha dado demasiado eco, pues no era tan importante, era una discrepancia en los tiempos y las formas, pero no en el fondo. Ha habido más discrepancias, como en los presupuestos que hemos tenido puntos de vista que no eran compartidos. Hay discrepancias, como ha de ser porque hay tres partidos y creo que al final lo que estamos demostrando es nuestra capacidad para resolverlas de una manera constructiva y creo que ahí está el valor de este gobierno. Ahí es donde nos la estamos jugando de aquí a dos años, en nuestra capacidad de seguir negociando. Nos jugamos una parte muy importante de nuestra credibilidad de cara a 2019. Porque los resultados podrán variar al alza o a la baja para cada partido, pero al final la formula de gobierno de izquierdas, a mi entender, seguirá pasando porque haya un acuerdo entre los partidos.

¿En qué materias de sus concejalías les gustaría acelerar en estos dos años que quedan?

En términos de participación es el momento de hablar de referéndums locales, de poder decidir sobre los aspectos más importantes para el conjunto de la ciudad. En términos de vivienda debemos acelerar mucho. Estamos ultimando el plan de vivienda y para nosotros el derecho a la vivienda es muy significativo y como Govern de la Nau hay que hacer una apuesta muy importante por incorporar la perspectiva social de lo que es la vivienda. En el área de Cooperación debemos llegar al 0,7 %. Cuando llegamos estaba por los suelos y ahora estamos en el 0,53 %. Otra cosa fundamental es avanzar en la intervención en aquellos barrios con más problemas. El balance es bueno pero hay que huir de triunfalismos. Seguimos teniendo problemas muy graves en barrios como el Cabanyal y Orriols. Debe haber una apuesta inequívoca en barrios con problemas socio-económicos.

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