El Ayuntamiento de València no autorizará este año las exhibiciones de batucadas con motivo de la Fira Alternativa, después de que la concejalía de Espacio Público haya informado negativamente sobre la solicitud de varias agrupaciones de percusión afrobrasileña. Desde la organización de la Fira Alternativa se desvincularon totalmente del fenómeno de las batucadas y aseguraron que no tienen «nada que ver» con el evento y retiraron que quieren acabar con el «botellón» que rodea esta celebración. Por su parte, varias escuelas y agrupaciones de batucadas expresaron ayer su «decepción y malestar por haber sido vetados» por el consistorio.

La concejalía de Espacio Público, que dirige Carlos Galiana, aseguró a este periódico que los permisos que se tramitan en el tramo IX del Jardí del Túria son para la propia organización de la Fira Alternativa y no para las actividades que de manera alegal se venían celebrando junto al evento, como la concentración de batucadas. En los últimos 11 años diversas agrupaciones amenizaban los tres días de festival junto al Pont de les Flors, pero este año, tras solicitar los permisos para actuar, el consistorio los ha denegado.

Isabel Rodríguez, una de las portavoces de la Fira Alternativa, recordó ayer a este periódico que las batucadas se celebran de manera paralela a su evento, al igual que el macrobotellón que ha puesto en pie de guerra a los vecinos del tramo IX del antiguo cauce. «No es que vayan ligados, pero sí son dos actividades que van encadenadas y es la Fira Alternativa la que sufre las consecuencias», lamentó.

Isabel Rodríguez considera que las batucadas deben tener su espacio como muestra de expresión cultural «pero ese no el de la Fira Alternativa porque no forman parte de la organización», recordó.

Sin embargo, desde las distinta agrupaciones y escuelas que habían solicitado los permisos, cargaron contra la decisión del ayuntamiento, las «presiones» vecinales y la actitud de la Fira Alternativa, «que cada vez es más feria y menos alternativa», aseguraron en una carta remitida a este periódico. Aseguran sus firmantes que representan a seis colectivos y más de 500 alumnos de percusión.

Sobre el problema del botellón, las agrupaciones de batucadas aseguran que las autoridades «jamás han escuchado nuestra demanda de instalar unos simples contenedores que hicieran más fácil la terea de recogida de basura que genera una reunión de personas como ésta». «Para ellos es más fácil volver la vista hacia otro lugar y negar la realidad porque, como sucede con otras fiestas y eventos no programados desde las instituciones (carnaval de Benimaclet incluido), parece que crea cierto malestar que las personas gestionen su ocio y sus prácticas culturales de forma autónoma, sin que sean impulsadas o canalizadas por los organismos de gobierno», aseguraron.

Encuentro frustrado

Según señalan, este año la Organización Autónoma Municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de València, «con muy buena voluntad», expresaron su disposición «para canalizar este movimiento musical espontáneo para darle cierta formalidad, visibilidad y repercusión social y cultural, de tal forma que pudiera llevarse a cabo un Encuentro de Percusión en Valencia, como existen en otras muchas ciudades de Europa, durante toda la jornada de sábado y hasta la1h de la madrugada». Sin embargo, el encuentro finalmente no ha podido celebrarse, por lo que solicitaron permisos «para llevar a cabo una exhibición testimonial en horario de 20h a 23h, recortando en dos horas nuestra idea inicial de solicitar permiso para tocar de 20 a 1h de la madrugada», que el consistorio denegó.

Así, explican que intuyen «ciertas presiones» de asociaciones vecinales y otro tipo de organismos «empeñados en acabar con aquellas manifestaciones culturales, artísticas, deportivas, etc. que rodean y enriquecen de otros modos la Fira Alternativa y que van más allá de un espacio físico dedicado a la actividad comercial».