El Grupo Popular en el Ayuntamiento de València acusó ayer al Govern de la Nau de gastar 30 millones de euros en 5.000 contratos concedidos a dedo en estos dos primeros años de legislatura. Es uno de los muchos reproches que el portavoz del PP, Eusebio Monzó, y el concejal Alfonso Novo hicieron al tripartito en el balance de media legislatura, acusándolo globalmente de «radicalismo y catalanismo cultural».

Según explicó Alfonso Novo, de los 36 puntos del pacto de la Nau, no se ha aplicado claramente ninguno. «Solamente han hecho una campaña de propaganda que no se tiene en pie», dijo.

Para el concejal popular, el tripartito «ha vivido de las rentas del PP», lo mismo que ha hecho el grupo Ciudadanos desde la oposición, dijo. «Sólo han acertado con las obras que ya están en macha o proyectadas», dijo Novo, quien, por contra, aseguró que en estos dos años se han gastado 30 millones de euros en 5.000 contratos asignados a dedo.

Como paradigma de sus acusaciones, el concejal popular citó el Cabanyal, donde los vecinos han reprochado a Joan Ribó la situación de sus calles, pero también Nazaret u Orriols, donde «la gente está reclamando sus promesas». «El tripartito es un partido superado por los problemas de los barrios», dijo Novo. «La política de cercanía se les está atragantando», precisó.

Y gran parte de culpa, a su juicio, la tiene el PSPV, que «anda perdido y sumiso». También València en Comú, del que recordó su «política de no vivienda».

Por su lado, Eusebio Monzó, invitó al alcalde, Joan Ribó, a dejar de gastar dinero en visitas de autocomplacencia (conferencias del alcaldes del cambio) para dedicarse a reclamar a la Generalitat obras tan importantes como la línea de metro T-2. «Hay que dejar de tener una actitud pasiva y negociar con la conselleria y con el ministerio, en vez de quedarse en la reivindicación», dijo, porque en un asunto tan concreto como el Parque Central el Gobierno del PP ya ha comprometido 1.000 millones de euros.

Monzó también lamentó los problemas de movilidad, generados «por un concejal que no sabe lo que hace» y al que acusó de «sectarismo e improvisación»; los problemas de las fiestas por culpa de «un concejal rechazado por las entidades»; y los cambios en el nombre de las calles y en el nombre mismo de la ciudad.

«Las calles no pueden estar más sucias», comentó así mismo en su larga lista de quejas, en la que también están las subvenciones crecientes a «entidades afines», o la tala injustificada de dos mil árboles.

En total, el PP mostró un documento con «100 razones para desconectar a Ribó». En su opinión, «València no vive mejor ahora, el tripartido genera desconfianza entre la gente y la política para las personas brilla por su ausencia. Todo son golpes de efecto», sentenció Monzó.

Por lo que ellos se refiere, Alfonso Novo aseguró que el Grupo Popular ha presentado 2.909 iniciativas, bien sean preguntas, mociones o interpelaciones. En concreto, 1.560 de estas iniciativas se han presentado en el pleno y 1.349 en las comisiones informativas, todo ello en el marco de «una oposición seria y rigurosa» que dobla en iniciativas al otro grupo opositor, que es Ciudadanos y que presentó en estos dos años 1.558 iniciativas.

Momentos «difíciles»

Eso sí, tanto Novo como Monzó admitieron que han sido dos años muy «difíciles» debido al proceso judicial en el que están inmersos nueve de los diez concejales en relación con la Operación Taula. «Hemos tenido momentos muy complicados, pero por encima de todo ha estado el servicio a los ciudadanos y la convicción de que somos inocentes», dijo Novo.

«Han sido momentos complicados, pero nos hemos adaptado. Sin este grupo humano hubiera sido distinto», añadió Monzó.