Las elevadas temperaturas de ayer llevaron a muchos bañistas a Les Arenes y también a una «musola», que desorientada por las corrientes se acercó demasiado a la orilla. Esta especie de tiburón, de 1,20 metros, fue avistada al mediodía e inmediatamente se dio parte a la Policía Local, que prohibió el baño para evitar posibles incidentes. El escualo quedó a una profundidad de tan solo veinte centímetros, con evidentes síntomas de nerviosismo, por lo que Cruz Roja decidió izar la bandera roja. Tuvo que ser l´Oceanogràfic, de la mano de sus especialistas, quien se hiciera cargo del «salvamento». Y aunque en un principio pudo pensarse por error que se trataba de un ejemplar herido, las posteriores comprobaciones descartaron tal hipótesis. José Luis Crespo, responsable del Arca del Mar, explicaba después que el oleaje que soplaba ayer empujó la «musola» a la costa con toda probabilidad. Generalmente, los escualos solo se acercan tanto si están heridos, sufren alguna enfermedad o cuando las hembras van a parir.

Los biólogos lo examinaron, comprobando que nadaba bien, no presentaba lesiones externas y tras dos horas en observación, con ayuda de efectivos de la Cruz Roja del Mar, lo remolcaron mar adentro y volvió a izarse la bandera amarilla en Les Arenes.

Desde la Fundación Oceanogràfic se señala que, ante un avistamiento de este tipo, por motivos de seguridad, lo ideal es que los bañistas no traten de manipular al animal y comuniquen la incidencia al teléfono de emergencias 112, para activar el protocolo de rescate por parte de la Red de Varamiento (constituidas por la Conselleria de Agricultura, la Universitat de València y Oceanogràfic) cuya finalidad es atender a delfines, tortugas y otras especies marinas como tiburones o rayas que puedan llegar enfermas a las costas para minimizar su sufrimiento y tratar de recuperarlas. Hace tres años, en 2014, otra tintorera de dos metros creó una gran alarma en la playa del Mareny Blau, porque días antes otro tiburón idéntico había atacado a un bañista en la playa de Salou.