La carretera CV-500, que de València al Saler llega en forma de autopista de cuatro carriles, se limitará a 60 km/h desde el final de la autovía hasta la rotonda de acceso a Alfafar y además en este tramo, que discurre junto al Port «albuferenc» de la localidad, se colocará un radar para que se respete la limitación de velocidad. Así lo anunció ayer la Dirección General de Obras Públicas de la Generalitat que, tras las protestas del Ayuntamiento de València por el lento proceso de pacificación de esta zona, se ha comprometido a ejecutar las modificaciones viales e iniciar «los trámites administrativos».

Según Carlos Domingo, Director General de Obras Públicas, el Ayuntamiento de València «ha propuesto una serie de acciones como la limitación de la velocidad a 60 kilómetros por hora entre el final de la autopista y la rotonda de acceso a Alfafar y solicitar a la Dirección General de Tráfico la colocación de un radar para conseguir que la reducción de velocidad sea efectiva». Según ha podido saber este periódico la DGT ya cuenta con la petición por escrito, aunque hay que recordar que la gestión de la CV-500 es de la Generalitat.

El director general también avanzó que se va a tramitar otra de las grandes reivindicaciones de los usuarios del Port del Saler, además de pescadores, vecinos, y la Casa de la Demanà. «Se ha considerado la necesidad de completar la señalización del Parque Natural de la Albufera desde la carretera y promover desde la conselleria, las autorizaciones necesarias para que el Ayuntamiento de València pueda gestionar el Port de El Saler que ahora forma parte del dominio viario y pueda pasar así a dominio del medio natural», señaló Domingo. Y es que el consistorio planea mejorar el entorno del Port, pero al ser un terreno adscrito a la Generalitat no puede intervenir.

Domingo indicó que tras recibir las propuestas del ayuntamiento «iniciaremos los trámites administrativos necesarios». Asimismo destacó «la plena sintonía, cooperación y coordinación entre la conselleria y el Ayuntamiento en el objetivo de conseguir la mejora de la calidad de vida de los vecinos de El Saler y la preservación de un entorno natural muy valioso».

El director general aseguró que la Generalitat «comparte con el Ayuntamiento de València la necesidad de pacificar el tránsito en esta carretera a la altura de la pedanía con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir el ruido que padece la población, en coherencia con el entorno protegido del parque natural».

En el comunicado de la conselleria, sin embargo, no se citó otra de las grandes peticiones de vecinos del Saler y usuarios del Port, la señalización de un paso de cebra en la misma carretera de la CV-500 regulado por semáforos, con la misión de poder acceder al embarcadero sin necesidad de cruzar la pasarela actual. Sería la forma, entienden los residentes de la zona, de volver a integrar el Port al pueblo, que fue separado y desplazado tras la construcción de la autopista.

Domingo mantuvo ayer un reunión con los concejales Devesa-Albufera, Sergi Campillo, Mobilitat Sostenible, Giuseppe Grezzi, y la regidora de Pobles de València, Consol Castillo, además del subdirector general de Movilidad, Josep Llin.

Campillo, Grezzi y Castillo valoraron «muy positivamente» la reunión. «Hemos visto una voluntad inequívoca por parte de la Conselleria de intervenir en el único tramo de la CV-500 a su paso por València que aún está pendiente de pacificar, en el tramo del Saler», explicaron.