El alcalde de València, Joan Ribó, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, firmaron ayer un convenio de colaboración para cobrar las multas de tráfico y de la ORA a aquellos conductores que no residen en la misma y a los que no les puede ejecutar los embargos. Sólo de los años 2011-2014 se revisarán 152.000 sanciones por un valor de 16 millones de euros. Eso suponen unos ingresos anuales de cuatro millones.

El cobro de las multas de tráfico a personas no residentes en València ha sido siempre un quebradero de cabeza para el ayuntamiento, ya que no puede ejecutar el embargo de cuentas bancarias fuera del municipio. Ya existe un convenio con la Agencia Tributaria para descontar esas multas de la devolución de la declaración de la renta, pero eso resulta insuficiente. De hecho, cada año se acumulan miles de multas de tráfico que no pueden ser cobradas, sobre todo de personas residentes en el área metropolitana de València, de la provincia y de la Comunitat, que son el grueso de estas multas.

Consciente del problema, los anteriores gobiernos del PP trataron desde 2008 de firmar algún acuerdo con el Consell para gestionar esas multas, pero nunca se había materializado. Ha sido ahora cuando el ayuntamiento y el Consell han cerrado un acuerdo, que Vicent Soler llegó a calificar de histórico. Por medio de ese convenio, la Conselleria de Hacienda, a través del Instituto Valenciano de Administración Tributaria (IVAT) ejecutará los embargos de las cuentas de aquellos residentes de la Comunitat Valenciana que se nieguen a pagar una sanción de tráfico impuesta en València tanto en periodo voluntario como en vía ejecutiva.

Los funcionarios municipales serán los encargados de elaborar los informes de infracción, pero será la Agencia Tributaria Valenciana la que se encargará del cobro ejecutando el embargo de las cuentas bancarias.

Las cifras

Las multas empezarán a cobrarse desde el año 2011 por ser el último que no ha prescrito a estos efectos. Y en ese primer cuatrienio 2011-2014 la previsión es revisar 152.000 sanciones por un valor de 16 millones de euros, según anunció el conseller Vicent Soler, quien añadió que los ingresos anuales por este concepto alcanzaran los cuatro millones de euros anuales.

Soler explicó que este convenio ya funciona en ciudades como Madrid o Barcelona y era una vieja aspiración de otros gobiernos municipales que, sin embargo, no llegó a materializarse pese a que en ambas administraciones gobernaba el Partido Popular, recalcó.

Por su parte, Joan Ribó habló de un convenio que aporta equidad e igualdad a la recaudación de las multas. «Cada día vienen a València decenas de miles de coches y todos deben ser tratados de la misma manera. En la circulación, todos deben cumplir las normas», recalcó el alcalde.

También se aporta seguridad al tráfico, pues «a partir de ahora nadie podrá sentirse impune».

Agilizar procesos

Joan Ribó explicó que este convenio permitirá recaudar las multas de una forma ágil, aunque no están claros los aspectos técnicos del convenio. Todo parece indicar que los ajustes de plantilla, funcionamiento, métodos y colaboración tienen ya unas bases, pero se irán desarrollando o ajustando a medida que se empiece a trabajar. Los tiempos de aplicación de la medida no han sido definidos.

Eso sí, el tiempo de vigencia del convenio es de un año, prorrogable anualmente hasta cuatro ejercicios más. Todo dependerá del funcionamiento del mismo en este tiempo.