Las asociaciones de vecinos de València cerraron ayer filas contra la invasión del espacio público por parte de las terrazas de la hostelería y acusaron al Govern de la Nau de permitir «un descontrol absoluto» de los espacios públicos para obtener «beneficio económico», con zonas con un 80% de las terrazas que no respetan el espacio autorizado, concesiones en lugares que no deberían, y permitiendo que los atestados «caduquen sin sanción» y los ruidos en las calles que generan «graves situaciones de enfermedad».

Así lo explicaron en rueda de prensa la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, junto con los presidentes de los barrios más afectados, entre ellos Antoni Cassola, de Amics del Carme quien explicó que el concejal de Actividades les niega los datos sobre las terrazas y quien advirtió que volverán a reclamarlos y si no se entregan acudirán al contencioso-administrativo. Los vecinos quieren saber cuántas terrazas hay legales y si se está cumpliendo con las condiciones de la licencia puesto que se están dando casos de mesas y sillas en la puerta de garajes, en salidas de emergencia, como la del Museo de las Rocas. Se trata de uno de los problemas que genera un modelo de la ciudad «centrado en el turismo» y señaló que las terrazas se «extienden como una mancha de aceite» ante «la pasividad» del equipo de Gobierno de Joan Ribó, según explicaron los representantes de los vecinos del Carmen, Xúquer, Menéndez Pelayo y Juan Llorens, todas declaradas zonas acústicamente saturadas.

Los vecinos se reunieron con el alcalde Joan Ribó para trasladarles sus propuestas, pero seis meses después no han tenido respuesta, denunció Broseta. El pasado día 2 solicitaron la información sobre cuántas terrazas hay autorizadas. Si no obtienen respuestas acudirán a los tribunales.