Después de una inversión de 200 millones de euros y una paralización de las obras que dura ya seis años, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde de València, Joan Ribó, anunciaron ayer la reanudación de los trabajos en la línea de metro T-2, centrándose en el tramo que va de la Estación del Norte (calle Alicante) hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Para ello se han comprometido los primeros 50 millones de euros, de los cuales 20 saldrán de la reprogramación de fondos europeos y los otros 30 los aportará la administración autonómica.

Según explicó Ximo Puig, para terminar la línea T-2 de metro, que va desde la Plaza Ciudad de Brujas (Mercado Central) hasta Nazaret, se necesitarían 172 millones. Así pues, para desbloquear el proyecto se ha seleccionado un tramo que atraviesa barrios tan importantes como Russafa y l'Eixample y que conecta el centro de València con la Ciudad de las Artes y las Ciencias, icono del turismo; el futuro Caixa Forum, espacio cultural que se instalará en l'Àgora; o la Ciudad de la Justicia.

Este tramo ya tiene los túneles hechos y existe una estación en la calle Alicante (Bailén) que lo conectará con la línea 7 de la red de Metrovalencia. Quedaría pendiente una posible conexión con la estación de Xátiva, que es el centro turístico y comercial.

Para realizar este primer trazado se han previsto dos fases económicas: la primera, que es la anunciada ayer, supondrá una inversión de 50 millones de euros, de los cuales 20 se obtendrán de la reprogramación de fondos europeos y los otros 30 los pondrá la administración autonómica. Y luego habrá una segunda fase de otros 33 millones de euros que, a falta de concreción, se obtendrá de una forma similar, precisó la consellera de Infraestructura, María José Salvador.

En cualquier caso, la obra al completo, con los trenes circulando, deberá estar terminada antes del año 2023, que es la fecha límite que marca Bruselas.

Confianza europea

Para Ximo Puig, el primer elemento destacable de este anuncio es la reprogramación de los fondos europeos, 65 millones en total, lo que demostraría que la Generalitat Valenciana vuelve a generar confianza. «Mejorar la reputación y mejorar las relaciones con Europa ha sido un objetivo prioritario de estos dos años», dijo el presidente de la Generalitat.

Y el segundo elemento a destacar es que se desbloquea una obra en la que se habían «enterrado» 200 millones de euros y que llevaba paralizada desde el año 2011, deteriorándose, costando dinero a la Generalitat y siendo objeto incluso de saqueos. A juicio de Ximo Puig, esta obra se ha convertido en un «monumento a la mala gestión» del Partido Popular.

En este sentido, el alcalde de València, Joan Ribó, expresó su «profunda satisfacción» por el desbloqueo de la obra y recordó que su trabajo en estos dos años ha sido «desatascar cosas», entre ellas el aparcamiento y la plaza Ciudad de Brujas, que formaba parte de este proyecto de la T-2, y ahora la propia línea de metro en su tramo más importante.

«Era una solicitud que consideramos fundamental para València», porque «se avanza en movilidad y es una conexión esencial para muchas cosas».

Ausencia del Gobierno

Lamentó, eso sí, que el Gobierno central no esté comprometido con este proyecto como lo ha estado con Málaga o Sevilla. «No entendemos por qué a València no le da nada», dijo.

También el conseller de Hacienda, Vicent Soler, consideró «inaudito que estemos en soledad con Europa, sin el acompañamiento del Estado», añadió.

De todas formas, la intención de la Generalitat y del Ayuntamiento de València es seguir negociando con el Gobierno central para obtener financiación para este proyecto y para otros.