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Demolición

Los accidentes en la antigua fábrica de cervezas Turia aceleran su demolición

La demolición del edificio, donde ha habido varios accidentes, costará 1,2 millones y se repercutirá a los propietarios del Parque Central

Los accidentes en la antigua fábrica de cervezas Turia aceleran su demolición

El Ayuntamiento de València ha reanudado el derribo de la antigua fábrica de cervezas Turia, en el ámbito del Parque Central, con una inversión de 272.000 euros. Será la tercera fase de demoliciones de las instalaciones de la antigua fábrica de cervezas Turia, un edificio de grandes dimensiones, de arquitectura racionalista y que ocupa una extensa superficie (30.000 metros cuadrados). El derribo de todo el edificio, del que solo se conservará la chimenea industrial, costará 1,2 millones de euros que se repercutirá a los propietarios en la reparcelación del Parque Central.

El derribo es una actuación que lleva a cabo el Ayuntamiento de València de manera subsidiaria ante la inacción de la propiedad del inmueble, el grupo inmobiliario Laietana, que se encuentra en concurso de acreedores. El edificio, abandonado, se encuentra ubicado en la calle San Vicente de València, en el entorno de la Cruz Cubierta y ha sido objeto de todo tipo de actos vandálicos y sufrido un incendio. Además se han registrado varios accidentes por caídas de personas que han accedido al interior. Son unas ruinas con bastante atractivo para los jovenes, comentaron ayer el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, y la concejala de Seguridad Ciudadana, Anaïs Menguzzato, durante una visita a la fábrica.

Con esta demolición se pretende evitar que al edificio, en estado ruinoso, accedan jóvenes y se produzcan accidentes como los ya registrados, apuntó Menguzzato.

Con este nuevo derribo se eliminarán dos tercios de la edificación pendiente. Cuando se acabe la actuación, que arrancó ayer se planteará la última con «la voluntad» de «acabar este año o el que viene la totalidad» del derribo.

Es «imprescindible» acometer la demolición a pesar de «su elevado coste» por «el riesgo para la seguridad de las personas que se ha puesto de manifiesto» en este caso. Sarriá destacó que demoler un tipo de instalación como esta no es sencillo «porque además de sus dimensiones se tiene que retirar fibrocemento, uralitas y productos» contaminantes.

La concejala de Protección Ciudadana destacó que desde 2011 la policía y los bomberos han realizado numerosas actuaciones en la fábrica y anunció que para evitar el acceso de jóvenes a la zona se ha mantenido una patrulla de la policía en este entorno.

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