La relación entre el ayuntamiento y los representantes de las Agrupaciones de Fallas se tensaron ayer un poco más a colación de la encuesta fallera. Una polémica en la que ayer terció el alcalde, Joan Ribó, quien aseguró que «cuando salió el tema pedí al concejal que tiene las competencias en este tema (Pere Fuset) que me pasara la encuesta. Y ésta es absolutamente razonable. La misma que se hace en el CIS y en cualquier otra. Muchas de las cosas que se han dicho son, sencillamente, falsas. En una encuesta hay un temario y lo conozco. Las preguntas son normales en cualquier análisis sociológico. Y con los datos que tengo, el 87 por ciento de las personas preguntadas han contestado, lo que es una media mucho mayor de lo habitual en la calle. Así que no hay problema. Es una tormenta en un vaso de agua. Yo tengo mucho trabajo y toda la confianza en el concejal que se dedica a estos temas. El alcalde no se dedica a apagar tormentas en un vaso de agua».

Estas declaraciones eran la reacción a la reunión de la junta general de la Interagrupación, que acabó con un comunicado que en el que manifestaban su «malestar y rechazo a la polémica surgida como consecuencia de la encuesta (...) y deciden adoptar las medidas que estimen oportunas para depurar las responsabilidades».

Un comunicado simple en la forma porque el fondo es ganar unos días para presentar firmado (con el apoyo de las comisiones de cada colectivo) otro documento que solicitan «la dimisión de los promotores y responsables de la encuesta por parte de la concejalía de Cultura Festiva» (en alusión bien a Pere Fuset, bien a Gil Manuel Hernández o ambos), solicitar la comparecencia del alcalde en la asamblea de presidentes «para que pueda dar las explicaciones oportunas» y «someterse a las preguntas que eventualmente los representantes del mundo de las fallas se estimen convenientes» y «la destrucción de los formularios, los datos recogidos» y la explotación de la misma. Porque, entre otras cosas, el colectivo asegura no tener «la intención de reconocer de ninguna manera los resultados de la encuesta». Un total de 19 de las 22 agrupaciones apoyaron la activación de este escrito.

El edil aludido, Pere Fuset se refirió ayer a la situación asegurando que «me entristece que se quiera destruir la opinión de las personas, que se cuestione la voz de los propios falleros. Yo respeto las opiniones y por eso estamos obligados a preguntar, a dar voz y también a dar explicaciones a quien las quiera recibir, aunque hemos dado muchas en los últimos días», además de asegurar que «la Interagrupación sabía desde hace tiempo que se iba a realizar la encuesta. Se les comunicó y no preguntaron nada al respecto».