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Barrios

Las terrazas de los restaurantes se suben a las alturas en Ciutat Vella

Amics del Carme denuncia la extensión de los locales de hostelería en las azoteas de los edificios de entornos residenciales y pide inspecciones

Las terrazas de los restaurantes se suben a las alturas en Ciutat Vella

Los locales de hostelería de Ciutat Vella, una de las zonas de ocio más cotizadas de la ciudad, han encontrado en las azoteas de los edificios un nuevo emplazamientos para sus terrazas que ya han empezado a generar problemas de convivencia con los vecinos. Una comunidad de propietarios del barrio del Mercat ha pedido al servicio de Actividades que clarifique la situación de estas terrazas «en las alturas» por las molestias que generan a los residentes y alertan del descontrol. La Asociación Amics del Carme ha solicitado al ayuntamiento que intensifique las inspecciones y sanciones a las terrazas ilegales recordando la saturación de locales de ocio en Ciutat Vella, en especial, en el Carmen, declarada zona acústicamente saturada (ZAS).

Las fuentes de la Delegación de Urbanismo consultadas aseguran que la ubicación de terrazas de hostelería en las azoteas de los edificios, siempre que no sean de uso residencial, está permitida «aunque con limitaciones». En estas terrazas ubicadas en las azoteas «no puede haber ambientación musical», una prohibición que no siempre se respeta a tenor de las quejas vecinales.

Las restricciones que la nueva normativa municipal ha puesto a las terrazas en vía pública, que con la ordenanza en la mano deben limitar su espacio para las mesas y sillas, parece haber animado a los hosteleros a buscar nuevas fórmulas para ampliar el negocio.

Las terrazas en las azoteas funcionan en varios hoteles de la ciudad. Entidades privadas como el Ateneo Mercantil tramitaron las licencias para ubicar una terraza en su azotea. El casino de la Agricultura, entre las calles Comedias y Paz, también cuenta con una de estas terrazas para disfrute de sus usuarios. Sin embargo, el ayuntamiento insiste en que estas instalaciones no son permitidas en los edificios residenciales. Las fuentes de Urbanismo consultadas admiten, no obstante, que pueden darse casos de acuerdos privados de los hosteleros con las comunidades de propietarios para rentabilizar las azoteas cuyo control es más complejo, como está ocurriendo en puntos como la calle Estamañería Vieja. Los vecinos se quejan de que «una vez conquistada la calle, las terrazas se empiezan a subir a las azoteas».

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