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La Tahona de Explorador

Un horno salvado por tres emprendedoras

En este negocio ofrece además de los productos de panadería, comidas preparadas caseras, así como menús de mediodía por cinco euros

Un horno salvado por tres emprendedoras

La Tahona de Explorador es la historia de tres emprendedoras natas. Se trata de un horno y cafetería en Ciutat Jardí que nada tiene que envidiar en éxito a los del centro. Este punto de encuentro de vecinos y vecinas fue hace unos años uno más de los locales de una cadena de panaderías y hoy un horno de barrio, cercano y reinventado.

Chelo, Paqui y Noelia bautizaron hace tres años su local en la calle Explorador Andrés como «La Tahona de Explorador», tomando los mandos y manteniendo a una clientela que venía de hace años. Chelo Cánoves lleva 17 años trabajando en el local, pero cuando empezó lo hizo como empleada en una conocida cadena de panaderías, al igual que las que hoy son sus socias. Hace unos años comenzaron a sufrir directamente los problemas de la empresa. «Empezamos a dejar de cobrar, y hubo un momento que nos debía tres y cuatro meses», explica Chelo. Dado que veían desde dentro cómo se hundía la cadena, propusieron quedársela a modo de franquicia. Temían acabar en el paro de forma indefinida. «¿Dónde íbamos con más de 40 años? Decidimos tirarnos a la piscina e ir hacia adelante», relata.

Pero no fue nada fácil. Bajo la misma filosofía de la cadena y proveedor comenzaron a trabajar para ellas mismas pero pagando un canon de franquicia. Ese año bajo el paraguas de le compañía pero sin independencia total fue muy problemático y llegó el día en el que no llegaban ni los productos. «Además por contrato no podíamos comprar a otro proveedor...llegamos a tener lo justo y que no tuviésemos producto suficiente para la venta», cuenta Chelo.

Finalmente, lograron un traspaso del negocio, cambiaron de nombre y trabajaron por reinventar su oferta. Mantuvieron la clientela, y la filosofía por ejemplo del uniforme. Lo aprendido como empleadas ahora les servía para impulsar sus propio negocio como emprendedoras.

Creación de empleos

Hace tres años empezaron ellas solas, como dueñas y empleadas y hoy cuentan con otras cuatro trabajadoras. Dos de ellas también excompañeras de la citada compañía de panaderías. De este modo, sacaron la cabeza y ayudaron a otras mujeres a ello.

En el camino se han reinventado. Por ejemplo ahora ofrecen horchata de una famosa empresa valenciana que ha supuesto todo un éxito, y han ampliado la oferta de las comidas preparadas. «La empresa entonces no salía del sota, caballo y rey, con arroces y otros platos típicos...Nosotras ahora ofrecemos croquetas, ensaladas, ensaladillas, gazpacho, musaca...todo casero». Además de estos platos para llevar, ahora ofrecen un menú de 5 euros que incluye un entrante, un plato principal y bebida...otra apuesta que les funciona muy bien.

Han sumado también otros tipos de pan como el de agua, si bien ofrecen además integral, de centeno, con nueces, calabaza, queso… y toda una amplia variedad de bollería y pastelería.

«Aquí hay clientes que son como de la familia tras tantos años...hemos hecho dos amigas que antes eran clientas». Eso es lo que se han llevado Chelo, Paqui y Noelia después de tanto esfuerzo: Amigos, clientes y un negocio que estaba abocado a cerrar y han rescatado. El horno abre de lunes a viernes de 7 a 21 horas y los sábados y domingos de 8 a 15 horas.

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