La vida nocturna de la ciudad de València se trasladó ayer a la playa en una amalgama de planes que iban desde el familiar, al «desfase» fiestero y las íntimas promesas de fe al santo que da nombre a la noche de San Juan. A las 19 horas ya había quien hacía cola en el paseo marítimo para recoger la leña que ofrecía el ayuntamiento para encender las hogueras.

Todo ello bajo la mirada de un amplio despliegue policial por toda la fachada marítima que controlaba los accesos del tráfico y los posibles objetos prohibidos de quienes acudían a la playa. Y es que estaba prohibido portar botellas de cristal, así como palés u otros trozos de madera que pudieran llevar clavos u otros restos peligrosos.

El acceso a la playa del Cabanyal estaba permitido a los vecinos que mostraban el DNI y a los autobuses, que muchos de ellos llegaban con el rótulo de «completo» al cruce de la calle Eugenia Viñes con avenida del Mediterrani. A partir de las 20.30 horas, se permitió el acceso a los taxis, que no paraban de llegar en busca de clientes o a descargar gente.

A cada momento crecían las colas en el paseo para coger la leña, la mayoría adolescentes. ¿Y cuál era la forma de medir las cantidades? Los operarios ponían el cronómetro para dejar unos 20 segundos (aunque aparentemente parecían más) a cada persona, para así evitar la pillería y demoras por indecisión. Se podían llevar «tanta leña como puedan coger con los brazos en el tiempo que les damos». Una de las primeras en cargar fue Valeria, cuyo plan era totalmente familiar. «Somos muy repetidores», contaba esta amante de la fiesta de San Juan, quien acudía junto a otros cinco amigos y familiares y seis niños y niñas. «Venimos a hacer la barbacoa, saltaremos la hoguera...hemos traído una carpa para los niños para cuando estén cansados. Nos quedaremos hasta que nos tiren de la playa», contaba Valeria, que explicaba que habían llegado en coche, pero que de madrugada cogerían un taxi para volver a casa. «Mis hijos llevaban días esperando que llegara este momento, se lo pasan muy bien», añadía.

En la cola, Lee, un británico afincado en València, también tenía un plan «tranquilo». Era su tercer año de hogueras, y su idea de esta noche con otros cuatro amigos era«tomar una cervezas, relajado, charlando...para mí es algo social».

Un plan muy diferente era de muchos jóvenes para los que San Juan es una gran fiesta al aire libre para acudir con amigos o conocer gente. Muchos ya han finalizado sus exámenes y las clases, y esta festividad se convierte en una excusa perfecta para celebrar la llegada de las vacaciones.

En una de las colas Cristina, de 19 años, que iba con unas amigas confesaba que acudía a «darlo todo». «Esteremos aquí hasta que nos tiren, como el año pasado». A su lado, Rebeca, de 18, acudía por primera vez a la noche de San Juan. A la pregunta ¿hoy desfasarás», la respuesta era afirmativa entre sonrisas.

Muy diferente era la historia que se vivía a unos metros, en una mesa de playa en el paseo. Allí estaban Juana, una vecina de Écija que anoche cumplía 70 años, acompañada de Dionisio, de Cuenca, y María Teresa, de Madrid. Este grupo de amigos se reunía ayer en la ciudad. Era su primera Noche de San Juan. El motivo, bien distinto al de otros. «Vengo desde Madrid a pedirle a San Juan que cure a mi hija de la depresión. Es una promesa», explicaba María Teresa.

Balance de Cruz Roja

Cruz Roja Valencia ha evacuado durante la noche de San Juan a cuatro personas por intoxicación etílica y a otra por quemaduras, así como a otras tres personas por motivos varios que no han sido especificados.

En el resumen de actividad de Cruz Roja con motivo de la celebración de la noche de San Juan, en la que se producen desplazamientos masivos a las playas de Valencia, se informa de que se ha atendido a un total de 114 personas, 32 de ellas por intoxicación etílica, 21 por heridas, 20 por objetos extraños en el ojo, 15 por motivos varios, 14 por quemaduras y 12 por contusiones.

El personal voluntario de Cruz Roja que ha participado en los festejos asciende a 41 personas, el mayor número de ellos (31) socorristas, además de ATS, coordinadores y un médico.

Cruz Roja desplaza también vehículos de asistencia por la noche de San Juan, este año once vehículos.

El número de evacuados ha ido descendiendo desde el año 2007 hasta la fecha y en este periodo el año con más evacuaciones fue 2011 (40), frente a las cinco de 2013 y 2016, y las ocho de este año. En cuanto a intoxicaciones etílicas, el número de atenciones ha aumentado un 28 % respecto al año pasado, al pasar de 13 en 2016 a las 32 de este año.

Cinco personas fueron atendidas anoche por picaduras de pez araña, según el informe facilitado por Cruz Roja.