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Peatonalizaciones que se llenan de terrazas y quejas

La Federación de Vecinos alerta de que el espacio ganado para viandantes muchas veces se pervierte

Ganar espacios público de calidad para los viandantes es un proceso «delicado» si no se controlan los efectos secundarios. Un ejemplo claro fue lo que sucedió en la calle María Cristina tras la peatonalización «blanda» de la Plaça del Mercat; los peatones recuperaron por fin su espacio en las estrechas aceras y en una zona «turísticamente» saturada; por contra, uno de los dos carriles de tráfico reconvertido en zona peatonal se ha llenado de terrazas para la hostelería. De hecho son varios los negocios que han florecido al albor de la iniciativa. Prosperidad para la economía y pérdida de calidad de vida para los vecinos. «Apostamos por las calles peatonales pero lo que no estamos de acuerdo es que, con la excusa de la peatonalización, se impida que los peatones puedan transitar sin obstáculos, que las mesas y sillas crezcan como las setas y no se pueda caminar ni por la acera ni por la calzada», explicaba la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, sobre lo sucedido en el entorno de la Llotja.

El «peligro» de ganar espacio público de calidad también tiene un ejemplo palmario en Russafa, donde tras la reurbanización completa del barrio, las amplias aceras y chaflanes de sus calles muestran un paisaje plagado de mesas y sillas. Russafa Descansa encabeza su particular cruzada para que el ayuntamiento tome medidas preZAS (zona acústicamente saturada) debido al grave problema de convivencia que genera el ruido del ocio nocturno y la masificación de locales de hostelería.

Por su parte, en El Carmen denuncian dos problemas graves. Por una parte, el descontrol sobre la ordenanza de mesas y sillas, ya que no paran de crecer el número de locales dedicados a la hostelería y al turismo. Así, Amics del Carmen ha anunciado que solicitará al juzgado la ejecución de la sentencia que obliga al ayuntamiento a establecer las medidas correctoras oportunas como zona ZAS. El segundo problema es que la zona de preferencia peatonal no está funcionando como se esperaba al no haber cámaras para el control de acceso de vehículos.

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