La concejalía de Cultura advertía ayer que será firme en la defensa del patrimonio de la ciudad y con aquellas acciones que lo afeeen. Se refería la edil Glòria Tello al puesto de bebidas instalado el pasado sábado junto a los muros de Santa Catalina. La concejala señalaba que en este tipo de casos el permiso debería de haberse solicitado a la conselleria y que esta de seguro «al contravenir la ley de patrimonio cultural valenciano no lo hubiera autorizado».

Como se recordará, los vecinos de la Boatella querían denunciar el pasado sábado al consistorio porque a los problemas de masificación y seguridad de una zona de interés cultural y BIC desde 1981, se utilizaban las repisas de los arcos del edificio «como barras de bar», para indignación de los vecinos de la zona.

Tello apuntaba ayer que desde su regidoria se rechaza «toda medida que no contemple la importancia del patrimonio y nos ponemos a la disposición de todos aquellos que necesiten asesoramiento para conseguir un mayor respeto» . «Es fundamental tener en cuenta el valor patrimonial de los edificios y los entornos protegidos como los que tiene la ciudad de València», incidía, para concluir: «Continuaremos con nuestras acciones para recuperar, poner en valor y proteger, y para hacer entender que cuidar y concienciar hacia nuestro patrimonio es concienciar para la historia y por nosotros».