La calle Ramón de Perellós, en el barrio de Patraix, se ha convertido en la primera vía residencial de la ciudad. En ella no está prohibida la circulación de vehículos -no es una calle peatonal-, pero la prioridad sí la tienen los peatones y la velocidad de los vehículos está limitada a 20 kilómetros por hora. La singularidad radica en que en su extensión están autorizados los juegos y las prácticas deportivas de los niños. Los vecinos lo pidieron en los presupuestos participativos. Los viandantes pueden ocupar toda la vía, situada entre la avenida Gaspar Aguilar y Campos Crespo, aunque los vehículos sí pueden cruzarla -a 20 km/h- y no se les puede prohibir el paso.