La propuesta del Ayuntamiento de València para liberar de tráfico los barrios del Carme, El Pilar y El Mercat no solo plantea la creación de cuatro bucles con puertas de acceso a los diferentes barrios -con lo que se acabaría con la circulación oportunista-, sino que prevé crear dos grandes itinerarios peatonales en los que se recomienda plantar arbolado y crear sombras. El primero sería un eje central por la calle Sant Miquel y el segundo periférico junto a las Torres de Quart.

Este jueves comenzará a consensuarse con los vecinos la propuesta a través de la Mesa de la Movilidad; el documento de partida implica la creación de cuatro grandes zonas de preferencia peatonal en las que los vehículos podrán circular en sendos circuitos con forma de bucle, pero siempre respetando la prioridad del viandante. Además estos trazados estarán restringidos para vecinos, comerciantes, carga y descarga y emergencias.

Sin embargo, y para reforzar el carácter peatonal de algunas calles, se crearán dos grandes itinerarios para viandantes, combinando tramos en los que no podrán pasar vehículos con otros de calle compartidas, pero siempre priorizando el desplazamiento a pie.

Según explica el documento remitido a los vecinos se propone la transformación de la calle Sant Miquel (donde está situado el retén de la Policía Local), convirtiéndolo en parte del nuevo itinerario de preferencia peatonal por el interior de Ciutat Vella.

El tráfico quedaría limitado al acceso de los residentes a sus domicilios y vados, así como para el acceso de los vehículos de servicio de la Policía Local, y para la distribución comercial en horario autorizado. «La operación posibilitaría la introducción de arbolado de sombra u otros sistemas de sombreado, dada la orientación a mediodía de esta calle», explican.

Sin embargo, desde Movilidad Sostenible aclaran que la reforma para introducir vegetación formaría parte de una actuación más amplia y a largo plazo (hablamos de años de ejecución), que normalmente ejecutaría Desarrollo Urbano.

Unión de tres plazas

El eje peatonal de la calle Sant Miquel uniría tres plazas: la del Tossal, la del Músico López Chavarri, y la de la Tavernes de la Valldigna, siempre accesible para los vehículos de emergencia. La continuidad de este eje, a través de la calle Corona, pasando junto al Mercado de Mossén Sorell, llevaría hasta una serie de instalaciones públicas esenciales en el barrio, como la piscina del Carme, el colegio, el instituto, y hacia los museos (IVAM, Etnológico y Arqueológico), a través de Doctor Chiarri, que va a abrirse próximamente, «que debería tener un tratamiento peatonal».

Sant Josep, peatonal «pronto»

El eje peatonal de Sant Miquel continuaría hacia el sur por Bolsería y culminaría en la Plaça del Mercat, ambas ya peatonalizadas. Hacia el norte, este eje continuaría por la calle de Dalt, de la que se reforzará su carácter peatonal en dirección a Portal Nou, el Jardí del Túria, el Pont de Sant Josep, que según reconoce el documento «pronto será peatonal».

«En parte de la calle de Dalt, habría que ir hacia una calzada con pavimento único, ya que las aceras actuales son completamente inviables», reconoce la propuesta, y es que ahora unos bolardos salvaguardan los desplazamiento a pie. La limitación de velocidad sería ´al paso de persona´, o de 20 km/h, estipula la propuesta.

La propuesta de Movilidad Sostenible también habla de uno de los grandes temores de los vecinos, la expansión de las terrazas a costa del espacio público, por eso recuerda que el tramo de Salvador Giner y Portal Nou, «se trataría de recuperar espacio de acera para el desplazamiento peatonal, evitando la ocupación excesiva por terrazas de hostelería, que actualmente produce un estrangulamiento del paso peatonal».

Segundo gran itinerario

El otro gran itinerario peatonal sería el que forman los jardines de Guillem de Castro. Junto a los edificios hay una vía de servicio con aparcamiento en cordón, con entrada desde Corona y desde Pintor Zariñena, cuya salida final se produce hacia la plaza de Santa Úrsula, sin espacio peatonal protegido, y que tiene salida por detrás de las Torres de Quart hacia Guillem de Castro.

«Se propone la recuperación de esta vía de servicio y de la franja de aparcamiento como itinerario peatonal, desde el complejo de museos de la Beneficència hasta la Plaza de Santa Úrsula, y que podría continuar como franja arbolada al otro lado de las Torres de Quart, hasta la Plaça de la Encarnació, cuando se elimine la gasolinera de Guillem de Castro».

Por último, la creación de bucles permitiría que en las calles Santa Teresa y Peu de la Creu se reforzara el carácter peatonal al no circular apenas vehículos.