El alcalde de València, Joan Ribo, y sus ocho concejales superaron ayer el examen del ecuador de la legislatura en el barrio de Benicalap, donde llevaron a cabo una tertulia ciudadana en la que se sometieron a las preguntas de los vecinos.

Desde la ampliación del jardín de Benicalap y el futuro del patrimonio histórico que contiene (la alquería del Moro y el Casino del América), hasta la falta de iluminación en algunas calles y el excesivo frio del aire acondicionado de los autobuses de la EMT, pasando por el problema de los excrementos de perro que ensucian las calles. Los vecinos de Benicalap sometieron a múltiples preguntas a los concejales (más incluso que al alcalde).

Benicalap no es el primer barrio al que Ribó lleva sus «Tertulias con Compromís», que ya se han celebrado en otros barrios como Russafa y Aiora. En todas ellas, se han escuchado las protestas de los trabajadores de un puesto del Mercado Central que funcionaba como freiduría y que ha sido clausurado por el concejal de Actividades, Carlos Galiana, que ayer tuvo que responder a los titulares del negocio que las ordenzanzas en la ciudad están para cumplirlas. Las protestas de los trabajadores del puesto por el cierre del mismo dieron pie a algún incidente con el público asistente, que no pasó a mayores.

Ribó reivindicó ayer los logros del Govern de la Nau, con el PSPV y València en Comú, como socios Destacó que los espacios verdes y la mejora de la calidad de vida de los barrios han sido una de las apuestas de estos dos años y señaló a otras actuaciones en marcha como el Parque Central, el de Benimàmet y el de Natzaret.

El alcalde negó que los gobiernos del PP gestionen mejor la economía y apuntó que en estos años la deuda del «cap i casal» ha pasado de 1.200 millones de euros a la mitad y el superávit se sitúa en 42 millones de euros.También aludió el alcalde al empleo y al turismo y en este punto destacó que uno de los objetivos en lo que queda de mandato es racionalizar el turismo y «dispersarlo en los barrios donde agobia un poco».

En los últimos meses son reiteradas las quejas de los vecinos de Ciutat Vella por los apartamentos turísticos y la turistificación del centro histórico que empieza a desplazar a los vecinos de toda la vida.

El concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, respondió a las críticas por el retraso de los autobuses de la EMT de una vecina e incluso a las quejas por la temperatura excesivamente baja de los autobuses. La concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, también respondió a varios preguntas relacionadas con la suciedad por los excrementos de perro y apeló al civismo advirtiendo de que se ha empezado a multar por ensuciar la vía pública.