A María le tiemblan las manos. Se emociona al saber que contar la historia de su marido en Levante-EMV ha dado sus frutos. La mujer que le entregó un pañuelo de papel a su marido con los datos del autobús en el que se rompió una costilla a sufrir una caída le permite, ahora, dar un paso más. O mejor dicho, un paso ya que la reclamación carecía de sentido y fundamento si no había testigos y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) negaba lo ocurrido.

«Gracias, gracias y gracias. Era todo muy injusto. Mi marido se cae por un frenazo y nadie es responsable. Se rompe una costilla, tiene el cuerpo amoratado y lleno de contusiones y parece que haya sido invención suya. Ahora podemos demostrar que el autobús frenó y que mi marido se cayó», explica María.

La pareja, sin embargo, quiere dar una «información de servicio»: «Si alguien tiene un percance con la EMT, el que sea, como pasajero, conductor o peatón que llame a la policía y le hagan un parte. O que el conductor reconozca los hechos en un papel, ponga sus datos y lo firme».