El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, abogó ayer por abrir el debate sobre la remodelación de la plaza del Ayuntamiento, que «no es una plaza, es una rotonda» de la que se aprovecha el tráfico oportunista del centro histórico y donde confluyen 17 de las 45 líneas de la EMT de la ciudad, con una intensidad cercana a los 90 vehículos a la hora. Una concentración de autobuses «elevadísima y poco eficiente».

Así lo aseguró el concejal durante el V Debate de Ciudad organizado por el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV), cuyo presidente Mariano Bolant, pidió al ayuntamiento la convocatoria de un concurso de ideas, similar al que se hizo en la plaza de la Reina o al que se ha anunciado para la plaza de Brujas, para que «todos juntos podamos hacer una plaza mejor».

Grezzi no quiso posicionarse sobre la peatonalización integral de la plaza si bien apuntó que «si queremos recuperarla como espacio público habrá que hacer renuncias». El concejal aseguró que el ayuntamiento ya está analizando la reordenación de la plaza del Ayuntamiento, la playa mayor de la ciudad, una asignatura pendiente desde hace años, junto con la plaza de la Reina y la de San Agustín y recogida en el plan de movilidad de 2013.

Grezzi no descartó la posibilidad convocar un concurso de ideas y apuntó que se pueden llevar a cabo «medidas provisionales o transitorias» de pacificación del tráfico, teniendo en cuenta que Joan Ribó dejó entrever que no será hasta la próxima legislatura cuado se aborde el proyecto.

En todo caso, dijo, lo que se haga «no será una actuación aislada» y «estará coordinado con la remodelación de la plaza de la Reina», un proyecto que se acaba de adjudicar el arquitecto Miguel del Rey, ganador de un concurso de ideas previo. Del Rey era precisamente uno de los participantes en el debate de ayer organizado por el CTAV y del que también tomaron parte Alberto Peñín y Marina Sender y los ingenieros y urbanistas Joan Olmos y David Llorca.

Joan Olmos, coautor del proyecto de remodelación de la plaza del Mercat encargado por los vendedores del Mercado Central, apostó por una peatonalización integral de la plaza del Ayuntamiento con un «mínimo ajardinamiento» y se preguntó por qué si en la ciudad la mitad de los desplazamientos no son motorizados porque la mayor parte del espacio público es para el coche.

En la misma línea, el arquitecto Miguel del Rey defendió la singularidad arquitectónica de la plaza del Ayuntamiento, un espacio que, especialmente, a partir del 15M los ciudadanos reivindican como propio. David Llorca apuntó que en la plaza del Ayuntamiento confluyen cinco calles y salen cuatro, «es una plaza a la que se vierte tráfico».

Para Alberto Peñín la remodelación de «nuestro pequeño Wall Street», en alusión a la monumental plaza del Ayuntamiento, debe ir más allá de «quitar los coches». «Hay que hacer espacios que inviten a recorrerlos». «Un espacio de las dimensiones de la plaza del ayuntamiento debe aprovecharse para generar ciudad», destacó Peñín. La arquitecta y vicepresidente del CTAV, Marina Serra, pidió que en las soluciones se tenga en cuenta a los vecinos y la movilidad de los residentes así como garantizarles los servicios como el comercio. La invasión de las terrazas y del turismo fueron algunos de los problemas que destacó el público en el turno de preguntas.

El debate, moderado por el periodista Bernardo Guzmán, dejó en evidencia la necesidad de generar en la plaza del Ayuntamiento (un entorno excesivamente duro y condicionado a la celebración de las «mascletaes» falleras) un espacio público de calidad, con una regulación de los usos y y una mejora de la accesibilidad.