Un documento de trabajo que, en palabras de la concejala de Turismo, Sandra Gómez, es «una continuación y plasmación de los planes de trabajo que llevamos en marcha desde el ejercicio 15-16» pero que, en teoría, será aprobado hoy en el pleno municipal «porque se ha consensuado con todas las partes».

Eso es el Plan Estratégico de Turismo de la ciudad de València. Un libro que, como todos los que son de este tipo, analiza la situación de una materia, en este caso, la situación del sector terciario en materia de viajes y visitas y los planes de futuro del que la primera teniente de alcalde buscaba precisamente «ese máximo consenso, y no sólo con los partidos con representación en este ayuntamiento, sino con todas aquellas entidades con las que hemos estado en contacto y cuyo borrador se ha abierto a la ciudadanía desde el primer momento».

El Plan estratégico incluye datos como los productos diferenciales que puede, en base a las infraestructuras y a la oferta existente, puede poner sobre la mesa la ciudad de València y que, en función a su trascendencia, se jerarquiza. Así, el más valorado es el MICE (el turismo de incentivos, congresos y reuniones organizado por empresas).

Junto a él, en la cúspide del Nivel 1 está el turismo gastronómico y cultural. El primero, por una mera cuestión de necesidad y por la oferta especial de la gastronomía local; el segundo, porque es la siguiente línea de gasto del visitante y que aprovecha la red de museos y espacios, y que tiene su particular línea en la oferta festiva.

El siguiente nivel incluye aquellos que aún pueden alcanzar un mayor potencial y rentabilidad: Film Office (el que genera los rodajes de películas), Shopping (la oferta de tiendas, persiguiendo especialmente el producto autóctono), Excellence, Cruceros y Deportes (el turista que acude a la ciudad especialmente para competiciones de atletismo y náuticas).

El tercer nivel, dedicado a un público muy específico, dispone de un movimiento más limitado, pero con una oferta suficiente como para hacerlo desarrollable. Incluye el Idiomático (que incluye el que se desarrolla con las familias que acuden a visitar a los jóvenes que estudian Erasmus), el de Naturaleza (la ciudad no tiene excesiva oferta, pero algo tiene, especialmente en la Albufera) y el Médico-Wellness, que incluye las visitas derivadas de algunos de los grandes institutos médicos con sede en València.

El Plan Estratégico persigue, según Sandra Gómez, «crecer con un posicionamiento por productos y mercados diferenciado, con capacidad para generar más riqueza y empleo en la ciudad; maximizar los beneficios del turismo, en clave de sostenibilidad medioambiental y puesta en valor del patrimonio histórico, cultural y natural, con una gobernanza transparente y eficiente y que evite los modelos de confrontación con el vecindario. Con más calidad que cantidad».

El plan se define en cuatro estrategias que se desarrollarán a través de 11 planes y 32 programas. Su objetivo es llegar a los 5,3 millones de pernoctaciones anuales en los próximos cuatro años.

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, alegó tras la presentación el problema de «los apartamentos turísticos ilegales, que sigue sin solucionarse. En los últimos diez años se ha disparado un 1.000% el número de apartamentos legales mientras que la oferta no registrada ya se ha situado al mismo nivel que ésta». Sandra Gómez había dicho al respecto de las molestias en Ciutat Vella que «respeto las quejas de grupos como Amics del Carmen, pero la percepción que tienen los vecinos no es la misma en el conjunto».