Desde 1979, en plena transición democrática, ningún alcalde de València visitaba el pueblo de Massarrojos. Joan Ribó acabó ayer con este largo periodo de ausencia en un encuentro con los vecinos de este Poble del Nord, a los que detalló las próximas actuaciones previstas por el consitorio.

«Es una visita que se enmarca dentro de las que estamos realizando a todos los pueblos de València porque pensamos que es muy importante escuchar a sus vecinos. En este caso, ya tenemos la solución prevista para el principal problema de Massarrojos, provocado por los cerca de 9.000 vehículos que atraviesan cada día su calle principal», señaló Ribó, acompañado por la concejala de Horta y Pobles de València, Consol Castillo.

Ribó explicó el proyecto para desviar la CV-308, para el cual el ayuntamiento expropiará los terrenos y facilitará la ejecución de la obra, en que la Diputación invertirá alrededor de dos millones de euros.

«Además de esto hemos planteado las soluciones que vamos a abordar para conseguir una mayor calidad de vida en esta población, después de reducir en un solo sentido el tráfico y desplazar el otro sentido fuera del casco urbano. Pensamos que es una solución importante y clave porque el problema del tráfico condiciona mucho la vida de las vecinas y vecinos de Massarrojos», dio.

Junto con los vecinos y el alcalde del puebo, Carles Verdeguer, visitaron también el refugio de Massarrojos, el más grande de todo el municipio de València. «Esperamos que se pueda rehabilitar lo antes posible», señaló Ribó, quien reconoció que los vecinos también habían señalado «algún que otro problema respecto al alcantarillado, exactamente de conexión entre las aguas residuales y las aguas de lluvia cuando hay precipitaciones fuertes».