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Parques y Jardines

Fresnos, arces, tilos y moreras sustituirán a naranjos y palmeras

El Govern de la Nau considera que hay exceso de cítricos y apuesta por especies más frondosas

Fresnos, arces, tilos y moreras sustituirán a naranjos y palmeras

La concejalía de Parques y Jardines informó ayer en relación a la nueva estrategia de jardines sostenibles de sustuir progresivamente las plantaciones de naranjos y palmeras por las de especies más frondosas que los árboles que se van a plantar dependen de varios factores. Los expertos paisajistas consultados abundan que la elección de un árbol u otro debe tener en cuenta que no sea una especie invasora, que sobreviva sin excesivo riego y, en una ciudad como València, que crezca rápido y proteja del sol.

El alcalde, Joan Ribó, tal como informó este diario quiere, dentro de la estrategia contra el cambio climático, que la ciudad tenga árboles más frondosos. Considera que hay un exceso de cítricos, de palmeras e incluso de ficus. Entre las especias que ahora se quieren potenciar, en su mayoría de hoja caduca para proporcionar sombras en verano y dejar pasar la luz en invierno, se encuentra el arce, el tilo europeo, el fresno de flor, la morera sin fruto, el árbol del amor y el almez.

Fuentes de la Concejalía de Parques y Jardines explicaron que a la hora de elegir el arbolado se tendrá en cuenta el ancho de la acera, pero también la orientación de la calle, el nivel de insolación que tendrán los ejemplares y el espacio que dejan para el crecimiento de las raices los servicios (telefonía, gas, electricidad y canalizaciones de saneamiento).

Las especies que funcionan en un gran parque o en la montaña pueden no funcionar en una calle, apuntan los paisajistas. Es el caso de las encinas que hace décadas se plantaron en la avenida Aragón, una especie autóctona pero de muy lento crecimiento que no es la más apta para una calle ancha donde se quiere generar sombra.

Los naranjos amargos, la especie predominante en la ciduad, no es una especie autóctona, sin embargo, se adapta bien a la ciudad por su crecimiento moderado y porque el tronco no se pudre, algo que afecta más a otras especies más frondosas como el almez.

Expertos en paisajismo como Rafael Narbona recuerdan que para conseguir un arbolado sano y frondoso es necesario ampliar los alcorques y dejar de hormigonar la ciudad optando por pavimentos permeables.

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