El Síndic de Greuges ha enviado una sugerencia al Ayuntamiento de València y a la Consellería de Cultura para que, en el caso del primero «se respeten el criterio lingüístico de los colaboradores» del Libro Fallero y, del segundo, que todas las fallas «puedan acceder a ayudas económicas destinadas a la promoción del uso del Valenciano». Es el dictamen tras la denuncia presentada por el Casal Bernat i Baldoví, que acusaba al ayuntamiento de haber apartado a escritores en normativa no oficial del Libro Fallero (más allá de los versos, incluidos por mandato de la asamblea de presidentes) y a la Generalitat por especificar la necesidad de usar las normas de la AVL en el concurso de uso del valenciano. El presidente de este colectivo, Oscar Rueda, aseguró en este sentido que «es un día grande porque ya no puede haber más discriminaciones por la normativa» y anunció que, si fuera necesario, reivindicarán esta sugerencia en los foros que sean necesarios. «El Síndic no puede obligar, pero dice lo que hay que hacer».

El PP lo celebra

El hilo lo cogió el Partido Popular, cuyo edil Félix Crespo aseguró que «efectivamente se están vulnerando los derechos de un colectivo por las actitudes discriminatorias e injerencias que están llevando a cabo desde las distintas administraciones autonómica y local. El concejal Fuset desde este momento debe estar más tranquilo, ya que el Síndic lo libera del famoso, ´yo no prevaricaré´, esa excusa grotesca/absurda».