La caída de cascotes y parte de la fachada del edificio conocido como la Casa del Relojero obligó ayer al servicio de bomberos a realizar un saneamiento general y colocar sistemas de protección tanto en el edificio como en la calada.

Se da la circunstancia de que este edificio, situado en la calle Micalet, junto al emblemático monumento de València, está pendiente de una rehabilitación por parte del Ayuntamiento de València, que lo ha incluido dentro del Plan Confianza para el año 2018.

La previsión municipal es gastar cerca de un millón de euros en convertir el edificio en un centro cultural. e momento, sin embargo, el edificio presenta un estado cada vez más ruinoso y ayer fue preciso cortar la calla para sanear la fachada. La caída de cascotes no provocó daños personales, pese a lo transitado del lugar.