El año pasado, cuando se aprobó la prohibición de los «bous embolats», el ayuntamiento se comprometió con los alcaldes pedáneos a ofrecer festejos alternativos a los vecinos. El compromiso pasaba por fomentar actividades de ocio y culturales para dinamizar estas poblaciones y fomentar relaciones entre vecinos y vecinas «de una manera lúdica y festiva».

Se da la circunstancia de que la misma concejala que impulsó el fin del «bou embolat», Glòria Tello, es la titular del área de Cultura, y por tanto responsable de esa oferta «extra» prometida.

Fuentes municipales señalan que no ha habido una respuesta puntual para organizar una fiesta alternativa a la del «bou embolat», sino que destacan la descentralización de la oferta cultural, que por primera vez llega a las pedanías de forma especial. Lo ha hecho a través indican sobre todo con «Cultura als Pobles de València».

Desde el ayuntamiento destacan que este año se ha realizado este despliegue de 56 actividades gratuitas en las pedanías de la ciudad, y también en aquellas afectadas por la prohibición del toro embolado. Esta iniciativa tuvo lugar en junio y llevó por ejemplo a Massarrojos proyecciones de cine, conciertos de música, teatro o una maratón de fotografía. En Carpesa hubo talleres de «socarrat « y una escuela de circo. En Benifaraig se llevó también talleres y cuentos y rondallas; la misma oferta que en Poble Nou. En Borbotó se celebraron talleres de encuadernación y teatro de marionetas, mientras que en Benimàmet se apostó por cine, conciertos, teatro y fotografía. En Beniferri también hubo representación de marionetas y talleres.

Así, no se trata de una compensación directa, sino de un despliegue mayor de propuestas culturales en estas poblaciones.

Desde Cultura Festiva también destacan la descentralización de las actividades por los barrios, que también ha llegado a las pedanías, este año a una de las afectadas por la prohibición, como es Borbotó.