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El Palmar

Primer 'Sorteig de Redolins' con la pesca en l'Albufera como Bien de Interés Cultural

El tradicional sorteo en El Palmar reparte 55 puntos fijos de capturas en el lago, cinco menos que en 2016 Solo tres mujeres saldrán a faenar

Primer 'Sorteig de Redolins' con la pesca en l'Albufera como Bien de Interés Cultural

Segundo domingo de julio y un año más, como viene sucediendo desde hace varios siglos, la comunidad de pescadores de El Palmar celebra su tradicional y célebre 'Sorteig de Redolins' en su salón de actos. Ahí, el protagonista principal es el gran bombo donde pronto estarán las bolas con los nombres de los 55 pescadores que este año habían pedido contar con un punto de pesca fijo, cinco menos que en 2016. Pero en la sala hay todo tipo de referencias a la pesca y a la historia de esta comunidad. Tal vez una de las más llamativas es la que celebra, nada más y nada menos, que los 750 años (de 1250 al 2000) de la constitución de esta «Comunitat de peixcadors» que ya cumple 767.

Jaime I fue uno de los primeros en darse cuenta de la importancia de l'Albufera. De hecho, tras la conquista de València en 1238 se reservó en propiedad el Lago de l'Albufera y su Devesa, aunque luego permitió la creación de dicha asociación como así se testimonió en el 'Llibre de Privilegis'.

Desde entonces, las regulaciones, protecciones y actuaciones en el lago y sobre su pesca han sido muy diversas y la última fue la declaración, el pasado 4 de noviembre, por parte de la Generalitat Valenciana, de la pesca tradicional y de la vela latina como Bien de Interés Cultural (BIC). Esto, unido a una Comisión en las Cortes para regular la ley de pesca en l'Albufera, que, como recordaba ayer el presidente de la asociación, José Caballer, contó "con la aprobación de todos los grupos", ha propiciado una "mejoría de la situación tanto del caudal hídrico, como de la afluencia de especies, así como un mejor cuidado de las golas que ha hecho que no se taponen", aseveraba.

Ayer era un día para hacer balance y también para mirar hacia el futuro. En lo primero, Caballer, decía estar "contento", aunque él y otros socios expresaban la intención de que, por fin, se apruebe una aportación hídrica constante desde el Júcar. Respecto al porvenir de la pesca tradicional y de la propia Albufera, la implicación institucional se ve como algo clave, así como la participación de los jóvenes y de las mujeres. Ayer, solo tres pescadoras entraron en el sorteo. Suponen un 5,45 % del total, que todavía es muy poco, aunque cabe matizar que hasta el año 2008 tenían vetado el acceso. Una de ellas, Elena Marco, dice que disfruta "mucho", anima a otras a probar y recuerda que ya hace casi una década sintió que "por fin se hacía justicia".

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