La sociedad pública, Plan Cabanyal-Canyamelar ha puesto a la venta 14 inmuebles de propiedad municipal en el barrio. Se trata del segundo lote de casas que saca al mercado el Govern de la Nau tras anular el plan de la prolongación de Blasco Ibáñez. Esta enajenación incluye viviendas aisladas, con precios de salida que van desde los 17.000 a los 64.000 euros, que forman parte de comunidades de propietarios y que están deshabitadas. La superficie de las viviendas oscilan entre los 93 y los 38 metros cuadrados.

Las viviendas se ubican en el entorno de la derogada prolongación, en las calles Progreso, Sol, Juan Mercader, Amparo Guillem, Mijares, Luis Despuig, Vidal de Canelles, Vicente Ballester y calle Padre Luis Navarro. Las ofertas presentadas serán valoradas, respecto a la mejora del precio de salida, así como otros requisitos que se encuentra especificados en las bases del concurso, donde se prima sobre todo el destinar la vivienda a vivienda habitual y permanente.

Para evitar operaciones meramente especulativas, los adquirientes deberán destinar siempre la vivienda a su domicilio, o a alquiler por un plazo de diez años, no permitiéndose el alquiler como viviendas turística. El Cabanyal es uno de los barrios, junto con zonas como el Carmen y Russafa, donde han empezado a proliferar los apartamentos turísticos. Los (hasta ahora) bajos precios en el barrio y su proximidad al mar, lo han convertido en una zona de interés para los inversores. En la anterior subasta de viviendas públicas, el ayuntamiento también dio prioridad a los usos como primera vivienda.

Además a cada uno de los ofertantes seleccionados, solo se le podrá adjudicar una vivienda, teniendo preferencia también aquellas personas que se encuentren empadronados en el Cabanyal-Canyamelar y quieran adquirir una nueva vivienda para su domicilio, así como aquellos que estuvieron empadronados en el barrio y ahora, una vez solucionada la incertidumbre urbanística que pesaba sobre El Cabanyal, tienen entre sus planes retornar, afirmaron fuentes de Plan Cabanyal.

La atracción de nuevos vecinos, sobre todo a viviendas deshabitadas, como ahora se propone, forma parte de las políticas de rehabilitación, revitalización y regeneración del barrio que se impulsan tanto por parte de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, a través de líneas de actuación que ya se han puesto en marcha, como las ayudas en el marco del Área de Rehabilitación (ARRU) del Cabanyal-Canyamelar.