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nEl Ayuntamiento de València está estudiando la posibilidad de incluir en la nueva ordenanza de Seguridad el envío de cartas a los ayuntamientos de los municipios de origen de aquellos turistas que se comporten de manera incívica. Así lo aseguró la concejala de Seguridad Ciudadana, Anaïs Menguzzato en una entrevista a EFE, en la que indicó que la nueva normativa contemplará un apartado específico para el turismo.

La ordenanza tratará de «dar respuesta a la realidad de una ciudad del siglo XXI» e incluirá también ese apartado de turismo, explicó la edil, quien reconoce que «denunciar a un turista que no viva en la Comunitat Valenciana no sirve de nada, no vas a cobrar nunca la denuncia y, aunque el requerimiento del agente está bien, hay que ser más ingenioso y buscar alternativas». Por ello, ve una «buena idea» que, cuando un turista tenga una conducta inapropiada, el Ayuntamiento de València le envíe una carta al consistorio de la ciudad de origen del visitante «para decirle cómo se comportan sus vecinos cuando están de vacaciones». No obstante, admite que muchas veces los turistas que los visitan desconocen las normas de la ciudad y, por ello, también se plantean «ser amables e informarles sobre las cuestiones a las que se puede enfrentar», sea la prohibición de bañarse en la fuentes o las zonas donde puede haber más carteristas.

Cabe recordar, que como publicó este diario, la concejalía se plantea imponer trabajos en beneficio de la comunidad a los menores que hagan botellón e intensificar el control a los locales que les vendan el alcohol. «La Policía no tiene capacidad de acabar con el botellón. Es una costumbre adquirida y la única posibilidad que tiene el agente de frenarlo es la denuncia, que ha demostrado que es poco efectiva porque quien paga la multa son los padres», explicó e incidió en la necesidad de dar a este problema «un tratamiento más integral».

«Creo que a un chaval que de manera consciente sepa que está molestando y tiene una conducta incívica, ponerle una denuncia que además van a pagar sus padres tiene poco de efectivo, pero que le pongan a hacer trabajos en beneficio de la comunidad puede ser más interesante», apuntó. Respecto a los okupas «no son un problema generalizado» sino que está «muy localizado en el Cabanyal» y se trata de edificios municipales que van a ser rehabilitados para ofrecer servicios al barrio.