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Urbanismo

La nueva plaza de la Reina se atasca

El ayuntamiento anula la adjudicación inicial a Miguel del Rey y llama a Tomás y Escario como segunda mejor oferta

La nueva plaza de la Reina se atasca

La reordenación y peatonalización de la plaza de la Reina se atasca de nuevo. El ayuntamiento ha anulado la adjudicación provisional de la redacción del proyecto al arquitecto Miguel del Rey por falta de avales económicos suficientes y ha requerido a los arquitectos José María Tomás y Antonio Escario, que quedaron segundos en el concurso, para que presenten sus avales y encargarles la ejecución de uno de los proyectos estrella del Govern de la Nau.

Del Rey ya ha puesto en manos de sus abogados la tramitación de este concurso, sobre el que el PP ha dejado caer la sombra de la sospecha al denunciar la modificación de algunos apartados del pliego de condiciones a instancias de un asesor de Joan Ribó. Alcaldía niega las acusaciones y asegura que las denuncias del PP carecen de fundamento y no tienen relación con la decisión de descartar al adjudicatorio inicial.

El argumento del Servicio de Contratación para revocar la adjudicación inicial a la UTE formada por los arquitectos Miguel del Rey y dos ingenierías (Mediterráneo Ingenieros, y Arquitectura, Ingeniería y Gestión) es que no ha quedado acreditada su solvencia económica. La redacción del proyecto, que tomaba como base la propuesta de reordenación diseñada por Miguel del Rey, Íñigo Magro y Antonio Gallud, se adjudicará a la segunda oferta más ventajosa, encabezada por los arquitectos José María Tomás y Antonio Escario. El ayuntamiento hizo público ayer en su página web el requerimiento para que Tomás y Escario presenten la documentación oportuna.

Según el ayuntamiento, durante la fase de comprobación de la documentación de la adjudicación provisional, se ha comprobado que una de las ingenierías (Mediterráneo Ingenieros) no estaba al corriente de sus obligaciones tributarias y además estaba envuelta en un proceso concursal, dos circunstancias invalidantes para contratar con la administración pública. La UTE de Miguel del Rey recurrió para que la ingeniería inhabilitada pudiera ser sustituida por otra (Valnu Ingeniería) que permitiera cubrir el volumen de negocio de los tres últimos años que exigen los pliegos (al menos 262.000 euros). El ayuntamiento, sin embargo, no ha aceptado la propuesta del adjudicatario provisional alegando que «sería una modificación subjetiva» una vez finalizado el plazo de recepción de la documentación y ha requerido a los responsables de la segunda oferta económicamente más ventajosa, la de Tomás y Escario, para ejecutar el proyecto.

Así las cosas, la adjudicación definitiva del proyecto de la nueva plaza de la Reina, prevista inicialmente para junio, se retrasa más de lo previsto. El Govern de la Nau confía en que «no haya una demora excesiva».

Como se ha publicado el PP ha denunciado que en el pliego de condiciones del proyecto de remodelación de la plaza de la Reina se han modificado, en contra del criterio de los técnicos (que, sin embargo, firman los pliegos) determinados planos de planta de superficie y sótanos. Además, aseguran que se han modificado los criterios de baremación de los pliegos. Así para el plazo de ejecución se rebajó de diez a cinco puntos y se introdujo la consideración de establecerse hasta un máximo de 45 puntos para la «memoria de revisión y actualización del proyecto», al introducirse un nuevo apartado (denominado análisis y valoración de los principios compositivos del Proyecto ganador del concurso organizado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Valencia en 1999). El Govern de la Nau instó ayer al PP a comprobar ahora, una vez resuelto el proceso de baremación, que «sus acusaciones no tienen fundamento».

Sobre el pliego de condiciones, Miguel del Rey ha apuntado que en el algunos puntos como el volumen de negocio exigido, «no había por dónde cogerlo». El arquitecto, que ahora se ha quedado fuera del concurso, advierte de que el ayuntamiento podría incurrir en una ilegalidad por utilizar ahora su proyecto sin haber recabado permiso ni a los autores ni al Colegio de Arquitectos.

Miguel del Rey, Iñigo Magro y Antonio Gallud ganaron en 1999 un concurso de ideas organizado por el Colegio de Arquitectos y en cuyo jurado se encontraban arquitectos de prestigio como Rafael Moneo, para la remodelación de la plaza de la Reina que, tras 15 años aparcado en un cajón, el Govern de la Nau rescató y utilizó como base del nuevo concurso.

Fuentes de alcaldía quitaron ayer importancia a los problemas en la adjudicación del proyecto y destacaron que tras comprobarse que la empresa a la que se adjudicó provisionalmente el proyecto no cumplía las exigencias del pliego se ha requerido a la segunda mejor oferta. «Esto no supondrá cambios en el diseño porque los criterios básicos ya se fijaron» según el proyecto de Miguel del Rey.

Tomás «es una gran oportunidad»

El arquitecto José María Tomás acogió ayer con «prudencia» la adjudicación del proyecto, al que optó de la mano de Antonio Escario. «Han descartado a un equipo y ahora nos han llamado a nosotros. Vamos a ver y aportar la documentación que nos pidan», añadió. «Para cualquier arquitecto es una gran oportunidad poder desarrollar un proyecto tan emblemático», si bien destacó que «hay que esperar a tener el contrato firmado». Tomás destacó que el proyecto de la plaza «está por hacer, aunque haya unas bases de trabajo». «El concurso empieza ahora y tendremos que escuchar la opinión de todos» y partiendo de la premisa de la peatonalización, el traslado de las rampas del aparcamiento y la ordenación de los múltiples usos de la plaza.

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