El concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, aseguró ayer que el ayuntamiento está trabajando desde hace meses en medidas de mejora de la movilidad en el barrio del Cabanyal, entre ellas la creación de una plataforma única en la zona histórica con prioridad para peatones y ciclistas. Las medidas de pacificación del tráfico en la avenida de Serrería y el paseo Marítimo previstas por el equipo redactor del nuevo plan de protección (PEC) del Cabanyal cuentan en la misma línea con el respaldo del concejal de Movilidad, que fija la reducción del tráfico en Serrería, un eje que está condicionado por las infraestructuras ferroviarias, como un objetivo «a medio plazo». «Lo prioritario es intervenir en el barrio y más adelante estudiaremos medidas en la circunvalación motorizada del Cabanyal para generar en una zona de transición más amable». Entre las medidas que se barajan está la reducción de límite de velocidad, como se ha hecho ya en el Paseo Marítimo, que se ha grafiado como zona 30. Una medida en la que hay que seguir incidiendo con controles de velocidad, destacó Grezzi.

En la línea de pacificar el tráfico en la circunvalación del Cabanyal-Canyamelar se incluyen la reordenación de la avenida del Puerto y de Tarongers para que no sean «una barrera» para estos barrios.

El concejal de Movilidad destacó que para pacificar el tráfico en la fachada marítima y en el Cabanyal es necesario dar alternativas de transporte público.

Las medidas se estudiarán en todo caso de manera conjunta con el equipo redactor del PEC del Cabanyal, cuyas líneas maestras se presentaron ayer a los vecinos del barrio por parte del concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, y los arquitectos encargados de redactarlo, Luis Casado, Tato Herrero y Gregorio Roger. Tal como informó este diario, a diferencia del derogado por expoliador Pepri, el nuevo planeamiento del Cabanyal abarca todo el barrio y llega hasta la avenida Serrería, considerando el final de Blasco Ibáñez como zona de influencia, y el paseo Marítimo, que tendrá un tratamiento especial dentro del plan.

Para los arquitectos el gran reto del PEC es convertirlo en un instrumento útil para el barrio, que facilite la rehabilitación del patrimonio, muy degradado tras años de abandono y enfrentamiento por el plan de la prolongación de Blasco Ibáñez (Pepri).

El nuevo planeamiento del Cabanyal estará finalizado previsiblemente en abril de 2019 y sentará las bases de un urbanismo sin derribos y que fomente el uso residencial frente a la turistificación Los vecinos piden, en todo caso, que las medidas de regeneración urbana, y especialmente social, sean rápidas y útiles.