El alcalde fue tajante en este sentido y destacó que «suelo para hacer hoteles hay mucho en la ciudad». El establecimiento de cinco estrellas, construido en pleno desarrollismo, se encuentra en primera línea de la playa del Saler, dentro del ámbito del Parque Natural de la Devesa. «Voy a ser muy claro, creo que esta es la ocasión para recuperar la duna del Saler», remachó el alcalde, de Compromís, en línea con el informe que emitió hace unos meses en relación a la renovación de la concesión la Concejalía de la Devesa Albufera, que rechaza la reapetura del hotel por su impacto ambiental sobre el valioso ecosistema de la duna y el parque natural.
El alcalde recordó que también hay un informe urbanístico en contra del hotel, que lo declara fuera de ordenación sustantiva y que impedirá igualmente dar licencia de obras para reformar el edificio, muy degradado por el desuso y la falta de mantemiento.
La postura del alcalde choca con la de otros miembros del Govern de la Nau, como la concejala de Turismo, la socialista Sandra Gómez, quien se ha mostrado partidaria de reutilizar la infraestructura del Sidi, en contra incluso de la posición de otros compañeros de grupo como el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià. El alcalde no ve contradicción por parte del Govern de la Nau al pedir el derribo del hotel y, sin embargo, costear la reconstrucción del paseo de la urbanización de la Casbah, igualmente fuera de ordenación. «Una cosa son las construcciones donde viven vecinos que tienen sus derechos y otra distinta es el hotel, que lleva más de cinco años cerrado, al tiempo que insistió en la apuesta del ayuntamiento por «recuperar la duna».
